El Consejo de Seguridad Nacional de Turquía (MGK) condenó tras una reunión celebrada el miércoles la Operación Irini dirigida por la UE durante la cual un barco turco con rumbo a Libia fue interceptado por un buque militar y sufrió un abordaje, y reiteró la determinación de dar la respuesta necesaria a una acción en aguas internacionales que Ankara considera ilegal.
El MGK se reunió a última hora del miércoles en Ankara bajo la presidencia del Presidente de la República Tayyip ErdoÄŸan en un encuentro que se prolongó por más de 4 horas, y en el que una vez más se expresó la desaprobación y la condena a la acción "unilateral" de la UE, "contraria a las leyes internacionales" y a las "relaciones de alianza" con Turquía, según señalaba un comunicado emitido tras la reunión.
El propio ErdoÄŸan subrayaba que Turquía siempre ha actuado con paciencia y sosiego en el Meditterráneo a pesar de muchas "provocaciones" por parte de Grecia y los grecochipriotas; precisamente la fragata alemana que interceptó al carguero turco Rosaline A a unos 200 kilómetros al norte de las costas de la ciudad libia de Bengasi, estaba comandado por un oficial griego.
"Desgraciadamente, y pese a nuestro comportamiento calmado y paciente, se produjo un ataque contra nuestro barco civil, que transportaba bienes a Libia por razones humanitarias. Esto no tiene cabida posible en las leyes marítimas internacionales", dijo ErdoÄŸan.
La tripulación del barco fue retenida a punta de fusil
El ministerio de exteriores turco emitió también el lunes una nota de protesta por la acción del navío militar alemán en el marco de la Operación Irini de la UE, que busca evitar que otros países violen el embargo de armas a Libia. En este sentido, desde Ankara recordaban el lunes que esta operación "no es imparcial" y castiga al gobierno legítimo de Libia reconocido por la ONU, mientras que por el contrario "no inspecciona los envíos de armas al general golpista Khalifa Haftar", que es apoyado por Francia.
Las imágenes obtenidas por las cámaras de seguridad del barco turco muestran cómo soldados armados abordaron el carguero procedente de Turquía, donde toda la tripulación fue retenida incluyendo su capitán, al que los soldados apuntaron con sus fusiles mientras registraban el barco en busca de armas. El registro se llevó a cabo sin el permiso debido de Turquía, y sólo fue suspendido tras las protestas de las autoridades en Ankara.
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