El gobierno turco ha mostrado su descontento con la decisión del fabricante alemán de automóviles Volkswagen de establecer su nueva planta destinada a la producción de la furgoneta modelo Crafter en Polonia, descartando así la opción de fabricarla en Turquía.

Tras meses de espera desde que el año pasado el entonces ministro de economía turco Zafer Çağlayan anunciara que Volkswagen estaba decidiendo entre Turquía y Polonia para fabricar su nuevo vehículo comercial ligero, la multinacional alemana anunciaba el martes que trasladará la producción del Crafter a la ciudad polaca de Wrzesnia, donde invertirá cerca de 800 millones de euros en una nueva planta de ensamblaje que empleará a más de 2.300 personas y que se prevé entre en funcionamiento durante la segunda mitad de 2016.

Con esta medida Volkswagen, que ya fabrica el Caddy y el modelo T5 cerca de la ciudad polaca de Posnania, pretende reducir sus costes de producción trasladando la fabricación del modelo desde Alemania, donde la multinacional ha estado desde 2005 ensamblando esta furgoneta en dos plantas de su rival Daimler merced a un acuerdo de cooperación que concluye a finales de 2016.

Frente a un coste laboral estimado en 36,98 euros por trabajador y hora en Alemania (según datos de 2012), en Polonia dichos costes suponen casi una sexta parte y representan sólo 6,65 euros/hora por cada operario.