Turquía está dando pasos de gigante para producir su primer coche de fabricación nacional, del que se espera se fabriquen las primeras unidades en 2016 y que, según anunció el gobierno hace unos meses, competirá en el pujante mercado de los coches eléctricos.
Según anunció el martes el ministro turco de tecnología, Fikri Işık, los últimos avances sobre el proyecto han sido presentados esta semana al ejecutivo, añadiendo que actualmente hay tres prototipos diferentes en desarrollo del que saldrá el primer coche eléctrico fabricado en Turquía.
“El plan es comenzar la producción en masa antes de 2020”, apuntó Işık, quien anteriormente ya había sugerido que en 2016 está previsto que se inicien las pruebas a entre 30 y 40 unidades de los primeros prototipos, del que podrían salir dos modelos distintos: uno con motor híbrido gasolina-eléctrico, y otro de propulsión exclusivamente eléctrica con una autonomía inicial de 100 kilómetros, que los ingenieros turcos planean ampliar instalando pequeños auto-generadores en el vehículo. El propio Işık recordó no obstante que la gran mayoría de personas conduce de media de sólo 25 kilómetros al día.
Hace sólo unos días el director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el también turco Fatih Erol, declaraba que el reciente escándalo de emisiones que ha salpicado a Volkswagen tendrá muy posiblemente importantes consecuencias en el mercado del automóvil, incluyendo un gran impulso a la búsqueda de mejoras y alternativas para los motores de los coches, y una importante incertidumbre sobre el futuro de los vehículos con motores diesel, dado su nivel más elevado de emisiones.
En este sentido, Erol no dudó en afirmar que el escándalo contribuirá notablemente a desarrollar tecnologías alternativas que se ajusten a las cada vez más estrictas normativas medioambientales y de emisiones, incluyendo el coche eléctrico, los coches híbridos, o el uso de biocombustibles.
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