Las autoridades de Turquía han anunciados nuevas subidas del precio de la luz y el gas, tanto para los hogares como para la industria, que en algunos casos llegan hasta el 25% y que se suman al creciente problema de acceso a la vivienda a causa de la inflación desbocada y la elevada demanda.
Según anunció en un comunicado la Agencia Reguladora del Mercado de la Energía (EPDK), el precio de la electricidad para los hogares se incrementa en un 15% desde el 1 de junio, mientras que en el caso de la industria la subida anunciada alcanza el 25%.
A su vez, la compañía estatal petrolífera BOTAŞ ha anunciado en otro comunicado una subida de las tarifas del gas natural para los consumidores particulares del 30%, que sin embargo se reduce al 16,3% para las plantas de generación de electricidad, y al 10,2% para la industria.
BOTAŞ justifica el incremento de precios recordando que Turquía importa el 99% del gas natural, que consume y que los costes de la energía no han dejado de subir desde 2021 en todo el mundo a causa de lo que definió como una “tormenta perfecta”, si bien añade que el traslado de esta subida se ha hecho tratando de minimizar el impacto sobre los consumidores.
Estas nuevas subidas del precio de la luz y el gas en Turquía se suman al creciente problema del aumento del coste de la vivienda, que ha llevado al gobierno a anunciar planes para vender tierras a las familias con menos ingresos para la construcción de viviendas, especialmente en grandes ciudades como Estambul, Ankara o İzmir. El ejecutivo turco está también trabajando en una ley para limitar temporalmente la subida de los alquileres al incremento de la inflación, que el pasado abril alcanzó no obstante el 70%, el dato más alto en dos décadas.
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