La inflación interanual en Turquía se redujo por segundo mes consecutivo en diciembre, consiguiendo descender incluso más que lo anticipado por los analistas hasta situarse en el 64,27%, tras haber alcanzado el 84,39% en noviembre, según los últimos datos publicados por el Instituto Estadístico Turco (TÜİK).
Se trata así de la caída más pronunciada del IPC en el país euroasiático desde marzo de 2022, cuando los precios se incrementaron un 61,14%; el dato llega además tan solo dos meses después de que Turquía registrase en octubre una cifra récord del 85,5%, la mayor tasa de inflación en 24 años.
El mayor incremento mensual de los precios en comparación con noviembre se produjo en el sector de la salud, con un 5,91%, mientras que los alimentos y bebidas no alcohólicas subieron un 1,86%; por contra, el coste del transporte en diciembre se redujo un 4,14% en relación a noviembre.
En comparación con diciembre de 2021, los precios subieron especialmente en la vivienda (casi el 80%), seguidos por los alimentos (78%) y los muebles y el equipamiento de hogar (73,02%).
Las previsiones de los economistas apuntan a que la inflación en Turquía continúe reduciéndose aún más acusadamente durante el primer trimestre de 2023. El propio presidente turco Tayyip Erdoğan calificó los datos del IPC como un signo de “rápida recuperación”, asegurando que la tendencia a la baja de los precios va a continuar. “Nuestro objetivo para este año es desinflar completamente la burbuja de la inflación, y que para el año próximo podamos eliminar esta cuestión de los problemas de nuestro país”, añadió.
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