El ministro de Energía y Recursos Naturales de Turquía, Fatih Dönmez, confirmó este lunes que el país había sufrido graves daños en su infraestructura energética en la región sureste de Anatolia, afectada por una oleada de terremotos que han dejado ya 1.541 muertos y 9.733 heridos. Además, el puerto internacional de İskenderun (Alejandreta), uno de los más importantes del Mediterráneo, sufrió también graves daños por los seísmos, que han afectado especialmente a la red de distribución de electricidad y gas natural en Gaziantep, Hatay y Kahramanmaraş. No ha habido daños sin embargo en los grandes oleoductos ni en la central nuclear en construcción de Akkuyu.
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