El Índice de Precios al Consumo (IPC) creció un 20,35% en Turquía durante el mes de enero en comparación con el mismo mes de 2018, según los últimos datos presentados por el Instituto Estadístico Turco (TÜİK).

El dato, aunque preocupante, sigue la tendencia al alza de los precios en el país euroasiático durante el último año y es no obstante ligeramente inferior a las previsiones de los analistas, que habían estimado un aumento del IPC de en torno al 20,60% para el mes de enero. Los economistas también pronostican que la inflación media anual rondará el 16,38%.

Sobre una base mensual, los precios crecieron en enero un 0,5% en comparación con el mes anterior, diciembre, cuando la inflación se situó en el 20,3%. En relación a diciembre, el mayor incremento de precios se observó en los alimentos y las bebidas no alcohólicas, que experimentaron una subida del 6,43%, mientras que los precios de la ropa y el calzado se redujeron un 7,95%.

En términos anuales, el principal incremento de los precios en Turquía se produjo también en los alimentos y las bebidas no alcohólicas, donde crecieron un 30,97% de media entre enero de 2018 y enero de 2019, según TÜİK.

La semana pasada el Banco Central de la República Turca (TCMB) afirmó durante la presentación de su primer informe trimestral sobre inflación que estaba determinado a mantener su política monetaria estricta hasta tener evidencias claras de que los precios comienzan a mostrar una tendencia a la baja en el país, no descartando más subidas de los tipos de interés si esta tendencia no se confirma.

En su informe, el TCMB revisó sus previsiones de inflación para 2019 del 15,2% en la anterior estimación hasta prever que alcance el 14,6% para este año, mientras que augura que la inflación se reduzca hasta el 8,2% para finales de 2020, y que se estabilizará en torno al 5,4% a finales de 2021.