El director técnico de la selección nacional alemana, Joachim Löw, afirmó el miércoles que no tiene expectativas de un futuro regreso al equipo del jugador de origen turco y ex del Real Madrid Mesut Özil, después de que éste decidiese abandonarla a causa de una serie de ataques racistas.
“Mesut Özil anunció claramente su retirada y él mismo cerró la puerta” a un futuro retorno, declaró Low al diario deportivo alemán Sport Bild. “Un regreso no es algo que se esté barajando”, añadió el entrenador del conjunto nacional alemán.
Özil, que hizo 92 apariciones con la selección de Alemania, decidió abandonarla el pasado mes de julio tras una serie de duras críticas y ataques racistas contra sus orígenes turcos y su religión a raíz de que apareciera en mayo posando en una foto con el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan. Mientras algunos hinchas le dedicaron insultos como “cerdo turco”, el propio presidente del Teatro de Alemania, Werner Steer, llegó a referirse a él diciéndole “que le den (...) a Anatolia”.
A partir de ese momento el mediocentro zurdo del Arsenal aseguró haber recibido todo tipo de insultos e incluso amenazas, que se recrudecieron con la derrota de Alemania en el Mundial de Rusia, de la que muchos medios le señalaron como el principal responsable.
Özil acusó a la federación alemana de fútbol -especialmente a su presidente- así como a los medios alemanes de haberle atacado por sus raíces turcas y haberse sumado a la campaña de desprestigio y ataques xenófobos a raíz de su aparición junto con Erdoğan, que el jugador asegura que no tuvo ninguna intención política. Desde la propia Turquía han insistido en que el presidente turco es un gran seguidor del fútbol –él mismo fue jugador en su juventud- y que es habitual que se reúna con todo tipo de jugadores.
El jugador germano-turco recibió de hecho muchos apoyos en Turquía por su decisión de abandonar la selección alemana a raíz de los ataques racistas, que desataron un debate en Alemania sobre la integración de los inmigrantes turcos, y Özil declaró entonces que nunca volvería a jugar con la selección de su país “mientras tenga este sentimiento de racismo y falta de respeto”.
En declaraciones previas, Löw se había referido a la marcha del jugador diciendo que Özil no le había informado de sus intenciones y que había intentado sin éxito contactar varias veces con él por teléfono.
Sin embargo la versión que ofreció el jugador fue distinta; según explicó Özil, Joachim Löw y el presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) Reinhard Grindel le pidieron que firmara “un comunicado conjunto para acabar con las habladurías y aclarar las cosas” en relación a su foto con el presidente turco, pero Grindel –uno de los más criticados por Özil- no quiso escuchar su opinión.
“Mientras intentaba hablarle a Grindel sobre mis raíces, mis ancestros, y por tanto las razones que había tras la fotografía, él estaba mucho más interesado en hablar sobre sus opiniones políticas personales y despreciaba mi opinión”, contó el jugador. “A ojos de Grindel y sus seguidores, yo soy alemán cuando ganamos, pero soy un inmigrante cuando perdemos... Sigo sin ser aceptado en la sociedad”, añadió.
Özil recordó a este respecto el trato tan diferente recibido por el exfutbolista y entrenador alemán Lothar Matthaeus, quien unos días antes de su polémica foto con Erdoğan había aparecido en público con el presidente ruso Vladimir Putin, sin que ello le supusiera ataques ni críticas por parte de los medios de comunicación o de otros hinchas.
Del Schalke 04 al Arsenal pasando por el Real Madrid
Nacido el 15 de octubre de 1988 en la ciudad alemana de Gelsenkirchen, Mesut Özil comenzó su carrera como jugador profesional en el FC Schalke 04 (2006-2008) y continuó como mediocentro estrella en las filas del Werder Bremen (2008-2010), destacando como uno de los jugadores clave de la selección alemana en la Copa del Mundo de 2010.
Entre 2010 y 2013 militó con éxito en las filas del Real Madrid en un traspaso firmado por 15 millones de euros a cambio de cinco temporadas; a raíz de la destitución como entrenador del equipo blanco de Mourinho y tras sólo tres temporadas en el conjunto madrileño, en agosto de 2013 se confirmó su traspaso al Arsenal por 50 millones de euros, convirtiéndose en el traspaso más caro de un futbolista alemán y de toda la historia del equipo inglés.
Debutó en la selección alemana el 11 de febrero de 2009, anotando con su camiseta 23 goles y participando en 40 asistencias, todo un récord que le ha valido numerosos reconocimientos, incluyendo la medalla de bronce en el Mundial de 2010 en Sudáfrica o ser nombrado jugador alemán del año hasta en cinco ocasiones.
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