El presidente de la fundación Mor Gabriel confirmó en declaraciones al diario turco Hürriyet que el proceso de devolución de las tierras del histórico monasterio -ubicado en la provincia suroriental de Mardin- a la comunidad siriaca ha sido completado por el Estado.
"El proceso con respecto a las 12 parcelas de tierra de 244.000 metros cuadrados ha sido concluido. Estamos felices de recibir de vuelta la escritura de la tierra sin recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos", declaró el presidente de la fundación, Kuryakos Ergün.
"Mor Gabriel es uno de los monasterios más antiguos que siguen activos en nuestro país. Esta devolución de la tierra contribuirá mucho a proteger ese monasterio y le permitirá revivir libremente su misión. Tendrá en particular buenas implicaciones para la comunidad siriaca (de Turquía", añadió Ergün, para quien los pasos dados por Ankara podrían contribuir a que muchos siriacos decidan regresar a Turquía. "Ellos vivirán mucho más aliviados en la tierra a la que pertenecen", recalcó.
Pese a todo aún persiste una disputa entre el Estado turco y el monasterio con respecto a otros terrenos que suman 320.000 metros cuadrados, una cuestión que está ahora mismo en manos de los tribunales europeos. "La declaración del 30 de septiembre del primer ministro (prometiendo la devolución de las tierras de Mor Gabriel) incluía también esas tierras", aseguró Ergün.
El retorno de las tierras al monasterio de Mor Gabriel, de 1.700 años de antigüedad, supone la mayor devolución de propiedades en términos de tamaño en toda la historia de la República de Turquía. El contencioso sobre los terrenos se inició en 2008 después de que el ministerio de bosques de Turquía, la oficina de registro catastral y varias poblaciones de la zona llevaran al monasterio ante los tribunales acusándole de ocupar sus tierras; tras varios juicios en Turquía con resultado desigual, el caso acabó en el Tribunal de Estrasburgo.
Durante el anuncio hecho a finales de septiembre de un nuevo paquete de reformas por parte del primer ministro Erdoğan, éste anunció varias medidas para las minorías de Turquía que incluían la devolución de las tierras de Mor Gabriel en disputa a la comunidad siriaca.
Los siriacos ortodoxos son una de las comunidades religiosas más antiguas de Turquía, y aún continúan hablando arameo, la lengua hablada en tiempos de Jesús. Sin embargo, no están reconocidos oficialmente como una de las minorías religiosas del país (como sí ocurre con griegos y armenios) ya que ellos mismos decidieron quedar excluidos de tal denominación en el Tratado de Lausana de 1923, en el que las potencias occidentales y la naciente República Turca acordaron la protección de las minorías religiosas de la nueva Turquía surgida tras la Guerra de Independencia Turca y el fin del Imperio Otomano.
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