Al menos 22 personas, entre ellas cuatro niños, morían ahogadas en la mañana del martes y otras 211 eran rescatadas por los guardacostas turcos después de que una embarcación cargada de refugiados que se dirigía a la isla griega de Kos se hundiera en la bahía de Bodrum, en la provincia turca de Muğla.
La tragedia tuvo lugar cuando un barco de unos 20 metros de eslora habitualmente empleado para recorridos turísticos y que viajaba lleno de refugiados se hundió hacia las 6:00 de la madrugada del martes (5:00 CET) frente a las costas del distrito de Datça, según confirmó el gobernador de Muğla. Un avión de reconocimiento avistó la embarcación a varios kilómetros de la costa y cinco barcos de rescate de la guardia costera turca fueron enviados al lugar.
En total los guardacostas turcos pudieron rescatar a 249 personas, sin que por ahora se conozcan sus nacionalidades. Sin embargo y a pesar de los esfuerzos, 22 de los refugiados murieron ahogados, entre ellos cuatro niños.
En otro incidente ocurrido también el martes hacia las 11:00 de la mañana, otras dos personas morían ahogadas nuevamente en aguas del Mar Egeo cuando un bote hinchable en el que viajaban 13 refugiados sirios se hundió en el distrito de Seferihisar, en la provincia turca de İzmir. Los refugiados, que fueron avistados por un barco pesquero que alertó a los guardacostas turcos, intentaban llegar a las islas griegas situadas a pocos kilómetros de las costas de Turquía.
El pasado domingo otros 34 refugiados morían -15 de ellos niños- cuando un bote que transportaba al menos un centenar de personas se hundió a cinco kilómetros al este de la isla griega de Farmakonisi, en una nuevo recordatorio de la tragedia que cada día se vive en aguas del Egeo, donde miles de refugiados –la gran mayoría sirios- tratan de cruzar los pocos kilómetros que separan las costas de Turquía de las miles de islas griegas que pueblan este mar, intentando huir de la guerra.
En el último año ha habido un dramático incremento en el número de refugiados que tratan de cruzar el Egeo; según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) más de 2.700 personas han muerto en lo que va de 2015 cruzando el Mediterráneo, 103 de ellas en el Egeo. Desde enero, países como Grecia han recibido a más de 309.000 refugiados, lo que ha despertado en Europa concienciación acerca de lo que constituye la mayor crisis de refugiados desde la II Guerra Mundial.
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