Nueve sospechosos, principalmente policías, fueron detenidos el miércoles y obligados a comparecer ante un tribunal de Turquía en relación con el asesinato en 2007 del periodista turco-armenio Hrant Dink, entonces editor jefe del diario bilingüe con sede en Estambul “Agos”.
Cinco de los detenidos fueron puestos bajo custodia después de que el fiscal del Estado encargado del caso solicitara al juez el ingreso en prisión de todos los sospechosos, entre los que se incluyen oficiales de policía y ex miembros del departamento de inteligencia. Todos ellos están acusados de abuso de autoridad y de haber manipulado, ocultado y destruido pruebas en relación con el asesinato de Dink, cuya familia siempre ha mantenido que hubo funcionarios públicos implicados en su muerte.
Los nueve detenidos el miércoles trabajaban en los departamentos de policía de Estambul, Ankara y Trabzon en el momento del crimen. Estas detenciones se producen a raíz de nuevas evidencias en la investigación sobre la muerte del periodista turco-armenio, según informaron medios de comunicación del país euroasiático.
Hrant Dink fue asesinado de un disparo en la cabeza a la salida de las oficinas del diario Agos el 19 de enero de 2007, después de haber recibido varias amenazas de muerte por parte de ultranacionalistas turcos furiosos con sus artículos en favor de reabrir el debate sobre la existencia de un genocidio contra los armenios entre 1915 y 1917.
Antes de su muerte, Dink había tenido que enfrentarse de hecho a la justicia en virtud del infame Artículo 301 del Código Penal Turco, que castigaba entonces con penas de prisión a quienes “insultaran a la nación turca”: una definición de un crimen tan poco clara que era utilizada habitualmente por grupos nacionalistas para perseguir judicialmente este tipo de publicaciones.
El asesinato de Dink no sólo desató una ola de solidaridad y manifestaciones en la sociedad turca en defensa de la minoría armenia, sino que reabrió un debate político y social que conduciría finalmente a la abolición del 301.
Pese a que Ogün Samast, un adolescente nacionalista de 17 años oriundo de Trabzon, fue condenado en 2011 a 23 años de cárcel por disparar el arma que mató a Dink, la familia del periodista siempre ha denunciado que hubo más implicados en el crimen y que la policía tenía conocimiento de los planes para asesinarlo, y sin embargo no hizo nada.
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