Al menos 129 refugiados eran rescatados el miércoles frente a las costas de la turística provincia turca de Muğla, en la costa del Mar Egeo, después de que la Guardia Costera localizase su embarcación cuando trataban de alcanzar la vecina isla griega de Rodas, situada a apenas 20 kilómetros de las costas de Turquía.
Según informaron medios locales citando fuentes de los guardacostas turcos, los refugiados habían llegado el martes a la bahía de Gemiler –al sur de la localidad de Fethiye- y tras pasar la noche ocultos en los bosques de la zona tomaron una embarcación de 14 metros de eslora. Entre los 129 refugiados, en su mayoría sirios pero que incluían también algunos afganos, había 33 niños.
Al parecer el barco comenzó a tener problemas con el motor y acabó quedándose varado en medio del mar cuando se encontraban a sólo 5 kilómetros de las costas de Rodas, donde fueron descubiertos a primera hora del miércoles por una unidad de guardacostas turcos que realizaban una patrulla de rutina por la zona. Todos los refugiados, entre los que había varios bebés, fueron trasladados a tierra a bordo de la patrullera TCSG-65 de la Guardia Costera Turca, que remolcó además a la pequeña embarcación.
Por otro lado guardacostas grecochipriotas rescataban también en la madrugada del miércoles a 26 personas –principalmente hombres y mujeres sirios- después de que un bote de 8 metros de eslora en el que viajaban naufragase durante una tormenta en aguas del Mediterráneo, al sureste de las costas de Chipre.
Entre los refugiados, alguno de los cuales tuvieron que ser rescatados del agua aún en plena oscuridad, había varios niños incluyendo un bebé de sólo cinco meses de edad; algunos de ellos tuvieron que ser hospitalizados al llegar a tierra, entre ellos un menor que padecía síntomas de hipotermia y deshidratación.
Tres de las personas que viajaban a bordo de la embarcación fueron no obstante detenidas por las autoridades grecochipriotas bajo sospecha de traficar con seres humanos, después de que algunos de los refugiados que viajaban a bordo asegurasen haberles pagado hasta 2.000 euros por adulto y 1.000 euros por niño para llevarlos desde las costas del Líbano a Grecia.
La mayoría de las personas rescatadas eran oriundas de la provincia siria de Tartus, una región costera del oeste de Siria situada a unos 150 kilómetros de Chipre y controlada por el régimen sirio.
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