El gobernador de la provincia de İzmir, Mustafa Toprak, visitó el sábado al niño refugiado sirio que fue agredido el jueves por un vendedor callejero en İzmir desatando una oleada de indignación en Turquía, donde numerosas personas han pedido en las redes sociales que el hombre que le arrojó violentamente al suelo sea juzgado por la agresión, que fue grabada por unas cámaras de seguridad.
Después de que las autoridades localizasen su domicilio, Toprak realizó el sábado una visita a la vivienda de la familia del niño, llamado Hasan, donde el gobernador de İzmir se interesó por el estado de la familia y le ofreció al pequeño, de sólo seis años de edad, una bicicleta regalo del presidente turco Recep Tayyip Erdoğan. Toprak, que calificó el incidente ocurrido el jueves de “inaceptable”, regaló también a la familia de Hasan ropa, calzado, juguetes y otros productos para niños, y anunció además la puesta en marcha de los trámites necesarios para la escolarización tanto de Hasan como de sus hermanos.
El gobernador, que aseguró que la familia de Hasan recibirá por parte del gobierno ayudas económicas y sociales, quiso hacer hincapié en que lo ocurrido es un incidente aislado y que la actitud del agresor, identificado como M.S. y de 35 años de edad, no representa al conjunto de los ciudadanos de İzmir, que hasta la fecha se han mostrado hospitalarios con los refugiados sirios que viven en la ciudad.
El incidente que desató la indignación en toda Turquía se produjo el pasado jueves en el histórico bazar de Kemeraltı, en pleno centro de la ciudad, cuando las cámaras de seguridad captaron a M.S. persiguiendo a Hasan hasta agarrarlo y levantarlo en el aire, para seguidamente arrojarlo violentamente contra el suelo.
El niño salió corriendo inmediatamente, mientras el agresor fue increpado inmediatamente por numerosos testigos que le recriminaron su acción; el hombre, que se dedica a vender comida por las calles en un pequeño carro, alegó que el niño y sus amigos le habían molestado en varias ocasiones. El jefe de policía local ordenó poco después la detención de M.S., quien fue puesto posteriormente en libertad vigilada y podría enfrentarse a un juicio por lesiones.
En declaraciones a la prensa turca realizadas por los padres de Hasan, su padre Abdülcelil y su madre Rava, ambos explicaron que huyeron hace cuatro años de la ciudad siria de Alepo y habían estado viviendo durante los tres últimos en İzmir. Por su parte el pequeño Hasan declaró a los periodistas que ese día se asustó mucho y que tras ser arrojado al suelo por el vendedor salió huyendo.
“Estaba realmente asustado y no se lo conté a nadie”, dijo Hasan balbuceando unas palabras en turco y dando las gracias por el regalo. El pequeño, que se señaló el pecho y la cabeza para mostrar donde había sufrido heridas. “He perdonado al hombre”, añadió no obstante Hasan refiriéndose a su agresor. Su madre también se expresó en términos parecidos: “Ese hombre tiene también hijos, como nosotros. Que Allah se apiade de él, tiene hijos así que no diré nada, le he perdonado. Si el gobierno (turco) le perdona, también daré las gracias al gobierno”, afirmó Rava.
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