El Ayuntamiento Metropolitano de Estambul ha comenzado a colocar carteles de advertencia sobre la grabación de imágenes de video como medida de seguridad en el interior de los taxis de la ciudad, después de que se recibieran críticas que denunciaban que la iniciativa podía suponer una violación del derecho a la privacidad personal.

La iniciativa municipal, que se enmarca dentro del programa bautizado como iTAKSİ, pretende incluir la presencia de cámaras que graben tanto el interior como el exterior de los taxis como parte de una regulación introducida por la Dirección General de Seguridad.

Hasta ahora sin embargo no se había instalado ningún cartel de advertencia que indicase la presencia de cámaras en el interior de los vehículos, pese a que fuentes municipales han asegurado que los dispositivos únicamente graban imágenes de video, y no de audio.

A raíz de las quejas realizadas por algunos ciudadanos y asociaciones, las autoridades locales han decidido colocar un cartel de advertencia junto a las cámaras advirtiendo en turco y en inglés que “Para su seguridad, está operando una cámara de vigilancia”. Bajo el texto principal puede leerse así mismo en turco la normativa de seguridad: “Este vehículo ha sido equipado con dispositivos de grabación que son capaces de grabar durante siete días. Las grabaciones son compartidas con las fuerzas de seguridad bajo petición para la investigación de incidentes legales”.

En declaraciones al diario Hürriyet, el abogado turco Uğur Poyraz calificó sin embargo la iniciativa como una “violación de la vida privada”. “Es obligatorio notificar con antelación a la persona que se va a realizar tal grabación. De otro modo, la grabación puede ir en contra de la ley. Teniendo en cuenta esto, debería haber textos visibles en la aplicación iTAKSİ (usada para reservar taxis a través de smartphones) y en los taxis conteniendo esta información, y los conductores deberían también notificárselo a sus pasajeros”, dijo Poyraz.

La Asociación de Abogados de Estambul ha presentado también una demanda ante los tribunales pidiendo la cancelación de esta iniciativa municipal, que hasta ahora ha instalado cámaras de seguridad en unos 3.000 taxis de Estambul.