El gobierno turco planea construir dos nuevos distritos en Estambul, la mayor ciudad de Turquía y una de las mayores metrópolis de Europa, como parte de los esfuerzos por reubicar a los residentes que actualmente viven en edificios que no son resistentes a los terremotos.
En declaraciones al diario turco Hürriyet, el ministro de Medioambiente y Urbanismo de Turquía, Mehmet Özhaseki, señaló esta semana que una de las posibles ubicaciones de los nuevos distritos residenciales son las zonas militares ubicadas justo a las afueras de la ciudad.
“Hay muchas zonas militares en las afueras de Estambul que podrían ser consideradas como tierras baldías (adecuadas para la construcción). Si son aceptadas, se construirá allí un nuevo plano urbanístico y llevaremos a cabo transformaciones en al menos diez distritos”, dijo Özhaseki en declaraciones hechas el martes al rotativo turco, citando terrenos tanto en el lado asiático como en el europeo de la ciudad como nuevas ubicaciones posibles.
En uno de esos nuevos distritos que se construirá en el lado europeo de Estambul se prevé que vivirán cerca de un millón de personas que actualmente viven en barrios donde las edificaciones no están preparadas para soportar un seísmo de gran intensidad.
“Vamos a crear distritos con la suficiente resistencia sísmica. Estos permitirá también a los distritos (más) viejos de Estambul llevar a cabo sus procesos de transformación urbanística”, añadió el ministro, que citó a los distritos de Esenler, Güngören, Bağcılar, Eyüp y Sultangazi como zonas de riesgo sísmico de primer grado (donde existe más riesgo de daños tras un temblor), mientras que los distritos estambulitas de Fatih, Bahçelievler y Avcılar poseen un riesgo sísmico de segundo grado.
Explicando que el proceso de transformación urbanística en todo el país para sustituir los edificios de mayor riesgo podría llevar hasta 15 años, Özhaseki recordó que el 66% del territorio de Turquía está ubicado en zonas sísmicas, y que el 71% de la población turca vive en zonas donde se producen terremotos.
“No soy un experto en seísmos, pero a partir de mis conversaciones con académicos, puedo ver que un terremoto con una magnitud mayor de 7 grados es muy probable que se produzca antes de 2030”, advirtió el ministro.
“Como parte de los planes de transformación urbanística, planeamos renovar unos 500.000 edificios cada año (en toda Turquía) y 7,5 millones de edificios en 15 años. Si podemos llevar a cabo a tiempo todos estos proyectos, en 15 años podríamos terminar con el miedo a los terremotos”, añadió.
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