Un seísmo de 4,1 grados sacudió el martes la provincia turca de Çanakkale, en el noroeste del país, poco más de un año después de que centenares de sacudidas alteraran la vida de los habitantes de la región, una de las más sísmicas de Turquía, dejando una decena de heridos y obligando a evacuar a cientos de personas.
Según informaron varios medios turcos el temblor del martes causó temor y algunas escenas de pánico entre los habitantes de la zona; la Agencia de Gestión de Desastres y Emergencias de Turquía (AFAD), basándose en datos del Observatorio Sismológico Kandilli de Estambul, lo registró a las 13:25 del mediodía hora local (12:25 CET) y situó su epicentro en el distrito costero de Ayvacık, calculando que se produjo a una profundidad de 6,42 kilómetros.
Por su parte el prestigioso Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, en inglés) elevó la intensidad del seísmo hasta los 4,3 grados en la escala Richter, situando su epicentro a 28 kilómetros al Sur-Suroeste de la isla turca de Bozcaada, en la costa norte del Mar Egeo, y a 16,3 kilómetros bajo la superficie terrestre.
Poco después de la sacudida principal se registró al menos un segundo temblor a las 13:51 hora de Turquía: la réplica alcanzó una intensidad de 3,7 y se produjo a una profundidad de sólo 1 kilómetro, según informó la prensa turca.
Durante el mes de febrero del año pasado, el distrito de Ayvacık de la provincia de Çanakkale sufrió a lo largo de varias semanas sucesivos terremotos de magnitud superior a 5 seguidos de cerca de un millar de réplicas, que causaron varios heridos e importantes daños en edificios y obligaron a evacuar a cientos de residentes –principalmente en las zonas rurales- que tuvieron que vivir temporalmente en módulos prefabricados, llevando a las autoridades locales también a suspender temporalmente las clases en los colegios.
Turquía es un país cuyo territorio está cruzado por varias fallas tectónicas activas y que está acostumbrado a una importante actividad sísmica, especialmente en torno a la región del Mar de Mármara, la más inestable geológicamente hablando del país y que abarca provincias como Çanakkale, Bursa, o la misma Estambul.
El peor terremoto en la historia moderna de Turquía se produjo el 17 de agosto de 1999, cuando un seísmo de 7,6 grados sacudió la región del Mármara con epicentro en la populosa e industrial provincia de İzmit, causando según cifras oficiales unos 20.000 fallecidos, aunque algunas fuentes hablan incluso de hasta 45.000 muertos.
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