Onur Albayrak, un fotógrafo turco de la provincia de Malatya, en el este de Turquía, se ha convertido en todo un héroe en las redes sociales del país después de que medios locales informaran que golpeó a un novio durante una sesión fotográfica de una boda.
Fue el propio Albayrak, de 34 años de edad, el que admitió haber golpeado al hombre, después de enterarse cuando preparaba la sesión fotográfica para la pareja de novios que la futura esposa era menor de edad: tan sólo tenía 15 años.
“Sí, las informaciones son correctas”, escribía el fotógrafo el sábado en su cuenta personal en Facebook, añadiendo que no lamentaba lo ocurrido. “Una novia niña es abuso de niños, y ningún poder en el mundo puede hacer que fotografía a una niña como a una novia”, escribió.
Según las informaciones publicadas en la prensa turca, Albayrak había sido contratado como fotógrafo profesional para una boda que se iba a celebrar el pasado 5 de julio en el parque de Turgut Özal, en la provincia de Malatya.
Fue al darse cuenta de que la novia no parecía adulta, cuando el fotógrafo decidió preguntar al novio sobre la edad de su futura esposa; cuando el hombre le contó que ella sólo tenía 15 años de edad, Albayrak estalló y se inició una disputa en la que golpeó al novio, cuya nariz resultó rota en la pelea, según las noticias aparecidas en medios locales.
“El novio había venido a mi estudio unas dos semanas antes, y estaba solo. Vi a la novia por primera vez en la boda. Es una niña, pude sentir su miedo porque ella estaba temblando. El novio me atacó mientras me marchaba”, contó Albayrak al ofrecer su versión de los hechos, agregando que se sentía “feliz” de haber reaccionado así ante la actitud del novio, que le dijo que se preocupase únicamente de cobrar el dinero por la sesión fotográfica que había contratado.
Los matrimonios con niñas menores son una realidad oculta en muchas zonas rurales empobrecidas del este y el sureste de Turquía, donde la población es mayoritariamente de etnia kurda y persisten costumbres y prácticas ancestrales que incluyen los matrimonios concertados, a menudo entre hombres adultos y niñas menores de edad. Es también en estas regiones donde son comunes los llamados “crímenes de honor”.
Las leyes turcas estipulan que la edad mínima para contraer matrimonio tanto para un hombre como para una mujer es de 18 años, pudiendo hacerse en casos excepcionales y con autorización judicial a los 17 años.
Por este motivo muchas familias de la región que ofrecen a sus hijas menores de edad en matrimonio a cambio de una dote, recurren a intentar cambiar su fecha de nacimiento en el registro civil para continuar con una práctica que es a todas luces ilegal en Turquía.
Según datos de ONGs que trabajan en la materia, se calcula que al menos uno de cada cuatro matrimonios que se celebran anualmente en Turquía –o un tercio de los que se celebran en el este y el sureste de Anatolia- implican a una niña.
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