¿Es posible un terremoto de 50 días de duración? Por increíble que parezca, así lo afirma un estudio publicado en una prestigiosa publicación científica, que sostiene que en 2016 un seísmo descargó su energía durante casi dos meses sobre Estambul.
El descubrimiento ha sido publicado por la prestigiosa Earth and Planetary Science Letters, que señala que un equipo de científicos midió las tensiones registradas a partir de una perforación practicada en el suelo, y que registró un seísmo a pocos kilómetros al sur de Estambul durante el verano del año 2016.
El fenómeno se conoce como “terremoto lento”, un suceso que se ha registrado en regiones muy sísmicas del planeta como Chile y que se produce cuando una placa tectónica en su desplazamiento roza con otra pero de forma muy lenta, sin producir onda sísmica y causando un temblor que resulta imperceptible para los seres humanos y que puede prolongarse durante varios días, para desembocar finalmente en un terremoto más intenso.
Según el estudio el terremoto lento que afectó a Estambul hace dos años y medio habría tenido una intensidad de 5,8 grados en la escala Richter si hubiese descargado su energía de una sola sacudida, como es lo habitual; sin embargo al liberarla a lo largo de tantos días, el seísmo no sólo resultó imperceptible sino que además no causó ningún daño, al menos no inmediatamente.
Y es que la sismóloga española Patricia Martínez-Garzón advierte que aunque este terremoto lento pasó inadvertido, este seísmo representa un riesgo ya que podría haber hecho que otras partes de la falla tectónica que atraviesa la región del Mármara sean ahora más propensas a generar nuevos temblores.
Turquía es un país cuyo territorio está cruzado por varias fallas tectónicas y que por tanto tiene una importante actividad sísmica. El peor terremoto de las últimas décadas en el país se produjo el 17 de agosto de 1999, cuando un seísmo de 7,6 grados se desató en el Mar de Mármara (noroeste de Turquía) con epicentro en la populosa e industrial provincia de İzmit, causando según cifras oficiales unos 17.000 muertos.
Se estima que el temblor, que se produjo en la conjunción entre las placas euroasiática y de anatolia y duró 37 segundos, liberó una energía similar a la de 132 bombas atómicas.
A finales del pasado diciembre se produjo un seísmo de 4,5 grados en la provincia de Yalova, el segundo en menos de un mes en esta región del Mármara, lo que según advirtieron algunos expertos podría anticipar la llegada de un terremoto “inminente” de intensidad 6,5 que afectaría a Estambul.
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