El alcalde de Estambul, Ekrem İmamoğlu, ha prometido que coches eléctricos sustituirán a partir del próximo verano a los carruajes de caballos como principal medio de transporte en las llamadas Islas de los Príncipes, un conocido destino turístico situado frente a las costas del distrito asiático de Kartal, a raíz de que una epidemia obligase a sacrificar a 81 caballos y a declarar la isla en cuarentena para animales.

"A partir de los meses de verano, el transporte público (en las islas) será llevado a cabo con coches eléctricos. Los coches tirados por caballos serán retirados", explicó İmamoğlu durante una comparecencia de prensa ofrecida para hablar de sus primeros seis meses en el cargo. Según el alcalde, sólo 35 carruajes de caballos seguirán operando como "símbolos" y atractivo turístico.

"Se están llevando a cabo negociaciones para 35 carruajes tirados por caballos turísticos y simbólicos, a petición de los isleños. Obviamente, algunos grupos están en contra", reconoció İmamoğlu después de que el gobernador de Estambul prohibiera el uso de caballos en las islas durante 3 meses para evitar la propagación de muermo, una enfermedad equina incurable que puede transmitirse también a los humanos, si bien sólo es mortal en los caballos.

Cada año mueren 400 caballos en las Islas de los Príncipes

Se estima que más de 1.500 caballos son usados para el transporte en las Islas de los Príncipes, donde el uso de vehículos convencionales está prohibido, siendo usados también para fines turísticos. Activistas por los derechos de los animales llevan sin embargo años denunciando las terribles condiciones de estos caballos, que soportan intensas jornadas de trabajo y no son mantenidos en condiciones dignas. Ni siquiera cuentan con un centro veterinario en las islas.

Un informe emitido ya en 2017 por el Comité de Vigilancia de los Derechos de los Animales (HAKİM) aseguraba que en todas las Islas de los Príncipes había 1.540 caballos y 272 carruajes, 230 de ellos en Büyükada, la más grande de las islas. El informe advertía que cada año mueren unos 400 caballos debido a accidentes o a las deficientes condiciones de vida; sólo en los 9 primeros meses de 2019, 170 caballos han muerto en Büyükada, según datos municipales.