¿Se puede confundir Madrid, una de las ciudades más grandes y turísticas de Europa, con Mardin, una histórica población de poco más de 80.000 habitantes en el extremo sureste de Turquía? Pues eso es lo que les ha ocurrido a unos turistas rusos que organizaron un viaje a la capital española… y acabaron para su sorpresa en un rincón de Anatolia.

La historia, publicada hoy por el portal de noticias Habertürk, comienza en la misma Rusia, donde unos clientes acudieron a una agencia turística para contratar un viaje a Madrid. Puesto que el espacio aéreo europeo está cerrado para los aviones rusos por las sanciones impuestas a causa de la invasión de Ucrania, la agencia rusa tuvo que establecer una ruta alternativa, por lo que reservó finalmente un vuelo indirecto desde Moscú a Madrid haciendo escala en Estambul, ya que Turquía aún permite los vuelos desde Rusia.

Sin embargo, como ocurriera en la popular comedia turca Recep İvedik 6 (una película en la que el protagonista quiere ir a Konya y acaba en Kenya), al parecer los responsables de la agencia turística rusa se equivocaron al reservar los billetes; hicieron correctamente la reserva de Moscú a Estambul, pero desde la metrópolis turca, en lugar de escoger como destino Madrid, eligieron Mardin, una pequeña población del sureste de Anatolia.

Según informa Habertürk, los turistas, que llegaron a Estambul en un vuelo de Turkish Airlines procedente de Moscú, tomaron el segundo avión en el aeropuerto según les había indicado la agencia rusa, y tras sólo dos horas de vuelo aterrizaron y se llevaron toda una sorpresa: ni el modesto aeropuerto de Mardin parecía el aeropuerto de Barajas, ni aquel lugar a pocos kilómetros de la frontera con Siria tenía pinta de ser la gran ciudad española que imaginaban.

Tras discutir con la agencia, los turistas pasaron la noche en Mardin

Tras una primera discusión con las azafatas del avión, los responsables del aeropuerto trataron de calmarles y confirmaron a los turistas rusos que no estaban en Madrid, sino en Mardin, y que el avión que habían cogido no se dirigía a España, sino al sureste de Turquía. Los turistas, finalmente, tras discutir infructuosamente con la agencia rusa que les había enviado al otro extremo de Turquía, decidieron comprar por su cuenta un billete con Turkish Airlines de Estambul a Madrid, y pasar esa noche en Mardin.

Bekir Falay, director de un hotel en el centro de Mardin donde los turistas rusos pasaron la noche, confirmó la historia, asegurando además que “en realidad, es la segunda vez que algo así ocurre este año. La otra vez fueron 3 turistas, al final se quedaron 2 ó 3 días, les gustó mucho y dijeron que volverían”. “Les hospedamos muy bien en nuestro hotel, pasaron un buen día. Oí cómo discutían con la agencia rusa, pero cuando la agencia dijo que no iban a corregir el problema, compraron ellos mismos billetes a Madrid vía Estambul”, contó.

“Nos alegramos de haberles hospedado. Tras desayunar, quedaba mucho tiempo para coger el avión, así que les ofrecimos un tour por Mardin… Les ofrecimos una buena hospitalidad, y disfrutaron de su escala aquí”, aseguró Falay.

Con su arquitectura única y edificios históricos, incluyendo varias mezquitas, iglesias y monasterios, Mardin es candidata a Patrimonio de la Humanidad, y ha sido visitada por 2 millones de turistas este año. El caso de estos turistas rusos que viajaban a Madrid y acabaron en Mardin, no es único; de hecho el parecido entre ambos nombres ha sido motivo de muchas bromas, e incluso un equipo de fútbol amateur de Estambul formado por emigrantes de Mardin, lleva el nombre de “Real Mardin”, en homenaje al famoso Real Madrid.