Los preocupantes efectos del cambio climático, se siguen dejando sentir en Turquía: lluvias torrenciales catastróficas, aumento de tornados y sequías desastrosas, son algunas de las consecuencias de la alteración de los patrones climáticos y el aumento drástico de las temperaturas medias. Uno de los lugares donde más se están sintiendo sus efectos es en el Lago Van, el más grande de Turquía: tras la aparición a finales de agosto de varias gaviotas muertas por el calor y la falta de alimentos, los expertos alertan que el lago se está secando debido a la intensa evaporación. Los residentes de la zona han visto cómo el retroceso de las aguas -cuyo nivel ha bajado 2 metros- ha hecho que emerjan varios islotes, que crecen cada año en tamaño.

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