Nuevas restricciones para frenar el incremento de casos de coronavirus han entrado en vigor en Estambul y Ankara, las dos principales ciudades de Turquía, donde la cifra de fallecidos a consecuencia de la pandemia de COVID-19 ha superado la barrera de los 11.000 muertos, según las últimas cifras oficiales dadas a conocer ayer.
Según anunciaron los gobernadores de las provincias de Estambul y Ankara, los mayores de 65 años sufrirán un confinamiento parcial que les permitirá salir a la calle sólo entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, siempre manteniendo las medidas de seguridad, incluyendo la distancia social y el uso de mascarilla.
La medida no obstante prevé una excepción para los funcionarios públicos y para ciertas profesiones, incluyendo médicos y trabajadores sanitarios, farmacéuticos, autoridades electas, trabajadores sociales, empresarios, autónomos, comerciantes y agricultores, entre otros. Aunque las medidas ya están en vigor en Ankara, en Estambul no entrarán en funcionamiento hasta mañana jueves.
Según los últimos datos proporcionados ayer por el ministro de Salud Fahrettin Koca, en las últimas 24 horas se han registrado en Turquía 2.529 nuevos casos de coronavirus y otros 87 fallecidos por la enfermedad. El número de pacientes en estado crítico supera ya los 3.000, con una tasa de ocupación hospitalaria que de media alcanza el 53,5% en todo el país, si bien la situación es especialmente preocupante en ciudades como Ankara y sobre todo Estambul.
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