Las autoridades de Turquía están investigando la muerte de un paciente durante un trasplante de pelo realizado en una clínica privada en Estambul, después de que el hombre falleciese a causa de un supuesto ataque al corazón. Sus familiares, que denuncian que la clínica no le sometió a las debidas pruebas preliminares, piden la intervención del Ministerio de Salud.
Según ha publicado la prensa turca, İbrahim Gül, nacido hace 28 años en la provincia de Şanlıurfa y padre de un hijo, se trasladó hace 3 años a Italia para conseguir su sueño de convertirse en peluquero profesional. El pasado jueves Gül regresó a Turquía para comprar varios productos para su negocio y, de paso, para someterse a un injerto capilar en una clínica privada del distrito estambulita de Bağcılar con la que había concertado una operación.
De acuerdo a la versión de la clínica, Gül -que había pagado unos 900 euros por la operación de implante de cabello- perdió el conocimiento súbitamente mientras se le estaba practicando el pasado 13 de septiembre la cirugía capilar, y finalmente falleció en la clínica, que telefoneó a su esposa informándole que su marido había sufrido un fallo cardíaco.
Tras practicársele la autopsia, el hombre fue enterrado en su localidad natal de Halfeti (Şanlıurfa) en medio de una gran conmoción de sus familiares, que aún no pueden entender cómo un hombre con salud de hierro falleció súbitamente y exigen que se haga justicia y se investiguen todas las responsabilidades. Es lo que pide su hermano mayor, Ahmet Gül, quien denuncia que la clínica no dio información clara y puso muchos problemas para aclarar lo ocurrido.
“La clínica nos lo entregó muerto, y no nos informó de lo ocurrido”
“La clínica nos lo entregó muerto. No nos informaron. Entró en la clínica para la cirugía a las 9:00, y sobre las 15:00 nos dijeron que había sufrido un infarto. Nos dijeron que le habían colocado un stent tras el infarto; luego, que le habían realizado una angiografía... ¿Cómo realizaron todos esos procedimientos a la vez en ese tiempo?”, se pregunta su hermano.
“Queremos que el Ministerio de Salud trate este asunto. Me pregunto cuántas personas como İbrahim han muerto en esa clínica. Otros como İbrahim no deberían morir”, explica el hermano del fallecido, añadiendo que al enterarse del infarto, un amigo del paciente fue a la clínica pidiendo verle y que, sólo después de enfadarse con ellos, consiguió que le mostraran el cuerpo sin vida y ensangrentado de Gül.
“Aún no tenemos información sobre lo que pasó. Queremos que se profundice en esta investigación. Normalmente los pacientes que van a someterse a un trasplante de pelo son sometidos a pruebas previas, y los que presentan problemas no son operados. Pero en esta clínica, sólo se preocupan por el dinero”, dice el hermano de Gül, denunciando una vez más que la clínica no le realizó ninguna prueba al fallecido.
El médico que realizó la intervención ingresa en prisión
Por ahora las autoridades judiciales de Turquía han abierto una investigación, y la policía ha detenido a Mehmet Albayrak, el médico que realizó la operación de implante de cabello, que tras ser interrogado ingresó en prisión acusado de “muerte por negligencia” a la espera de juicio.
En la investigación sobre la muerte del paciente, Albayrak declaró que durante la operación de trasplante de pelo “cuando el paciente dio que tenía un dolor de pecho mientras se realizaba el injerto capilar, paramos la operación de inmediato”; sin embargo, expertos turcos en cirugía capilar denuncian el intrusismo de muchas clínicas que, aprovechando el boom de la industria del injerto capilar en Turquía, no siguen los procedimientos adecuados y emplean a personal médico sin la debida cualificación.
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