Turquía ha dejado de exigir pruebas PCR a las personas no vacunadas frente al coronavirus para asistir a eventos con público o para viajar en transporte público; sin embargo, se mantiene el requisito de realizar la prueba para viajar en avión para aquellos no vacunados o que no hayan recibido la pauta completa de vacunación contra la COVID-19.
En una circular oficial emitida el pasado 15 de enero por el Ministerio del Interior, se daban instrucciones a los gobernadores de las 81 provincias de Turquía para dejar de exigir una prueba PCR a las personas no vacunadas o que no tengan la pauta completa de vacunación, así como a aquellas que no hayan sido infectadas por el coronavirus en los últimos 180 días, en el caso de que quieran usar autobuses, trenes u otros medios de transporte público similares.
Tampoco se exigirá una prueba PCR negativa a las personas no vacunadas que quieran a asistir a conciertos en directo, cines o teatros; se elimina también este requisito para el personal docente y los empleados, tanto en el sector público como en el privado. Medidas que entran en vigor después de que el pasado 12 de enero el ministro turco de Salud anunciara la relajación de las medidas de cuarentena, así como que sólo se practicarán tests PCR a las personas que muestren síntomas.
Pruebas PCR, aún necesarias para volar
Tras este anuncio, el gobierno turco emitía al día siguiente -16 de enero- otra nueva circular para clarificar las nuevas medidas, en la que explicaba que los pasajeros de vuelos que no estén vacunados o que no tengan la pauta completa de vacunación, o que no hayan estado infectados en los últimos 180 días, deberán seguir presentando un test PCR con resultado negativo para poder viajar en avión, tanto en rutas nacionales como internacionales.
Justo el día antes, Turkish Airlines había anunciado que dejaría de requerir PCR a sus pasajeros, siguiendo las directrices de la circular del 15 de enero antes de que fuera corregida. La nueva circular del 16 de enero también aclara que las personas que hayan rechazado la vacuna y que trabajen residencias de ancianos, centros de cuidado de menores o prisiones, así como la población reclusa, deberán seguir sometiéndose a pruebas PCR.
La decisión de las autoridades turca de dejar de exigir tests PCR a los no vacunados se produce a pesar de que los nuevos casos diarios de coronavirus se acercaron el fin de semana a los 64.000, siendo especialmente elevados los contagios en las provincias de Estambul y Eskişehir. Sin embargo, la aparente menor letalidad de la nueva variante Omicron y su menor tasa de hospitalización ha llevado al gobierno de Turquía a levantar muchas restricciones, en un país donde, de sus 84 millones de habitantes, 52 millones tienen la pauta completa de vacunación y 23 millones han recibido una tercera dosis de refuerzo.
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