El ministro de Salud de Turquía, Fahrettin Koca, anunció ayer el fin del uso obligatorio de la mascarilla en casi todas las circunstancias, como parte de las nuevas medidas ante la evolución de la pandemia de coronavirus y de la vacunación en el país euroasiático.

Explicando las nuevas medidas adoptadas en el país tras la reunión del Comité Científico Asesor sobre el Coronavirus, Koca anunció que las mascarillas ya no serán obligatorias en exteriores, pero tampoco en interiores “si la ventilación es adecuada”. También seguirá siendo obligatoria en lugares donde no se puede mantener la distancia social, como medios de transporte público (autobuses, trenes, aviones) y cines o teatros.

Sin embargo, en lugares con ventilación y donde se pueda mantener la distancia, como los colegios, no será obligatorio su uso. También consideró el ministro imprescindible su uso en determinados ambientes, como por ejemplo en presencia de personas con enfermedades inmunodepresoras o con enfermedades crónicas que las hagan más susceptibles a las consecuencias más graves del virus.

Koca también explicó que no será ya necesario escanear el código QR sanitario HES para acceder a lugares como cafés o restaurantes; además, los tests de COVID-19 ya no serán obligatorios para aquellas personas que no presenten síntomas del coronavirus. A este respecto, el ministro informó que el 92% de las personas que dieron positivo en COVID y murieron el pasado mes de febrero a consecuencia del virus, eran pacientes con otras patologías previas.

Además de anunciar el fin de la obligación del uso de las mascarillas en la mayoría de circunstancias, el ministro de salud informó sobre las cifras de incidencia del coronavirus en Turquía, que muestran un descenso generalizado de los contagios. Así, en Estambul la incidencia en la semana del 12 al 18 de febrero era de 617 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que en İzmir era de 776 y en Ankara de 1.216 casos por cada 100.000 personas.