El estado de salud de 5 de los mineros rescatados heridos tras la explosión en una mina de carbón de Bartın, al norte de Turquía, que acabó con la vida de 41 mineros, continua siendo crítico, según ha advertido el ministro turco de Salud Fahrettin Koca, quien explicó que muchos de los heridos tienen quemaduras graves en más de la mitad de su cuerpo.
“El estado de salud de cinco de nuestros pacientes está aún en la fase crítica, y están conectados a respiradores”, señaló Koca, añadiendo que varios de los heridos habían sido trasladados a unidades de quemados en hospitales de Estambul.
Los heridos tienen quemaduras que afectan a entre el 65 y el 80% de su cuerpo; uno de ellos llegó incluso a sufrir un paro cardíaco en el hospital, aunque posteriormente pudo ser reanimado. El ministro subrayó que los primeros cuatro días serán clave para determinar la evolución de los pacientes.
El accidente en una mina de carbón de la localidad de Amasra, en la costa turca del Mar Negro, se produjo a última hora del viernes en un momento en que había 110 mineros en el interior de la explotación, debido a una acumulación de gas grisú. El suceso ha conmocionado a todo el país, que aún tiene fresca en la memoria el desastre minero de Soma, que en 2014 causó la muerte a 301 mineros.
Numerosos países han expresado sus condolencias a Turquía, incluyendo el primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis, quien pese a las tensiones bilaterales ofreció ayuda para las tareas de rescate.
Mientras, el lugar del accidente donde murieron los 41 mineros está siendo tratado como una “escena del crimen” y varios fiscales en Turquía han iniciado una investigación para esclarecer lo ocurrido. Se ha sabido ahora que varios informes emitidos en 2017 y 2019, y que analizaban precisamente la situación en esa mina, advertían de los riesgos de accidente por usar equipos eléctricos, inadecuados en zonas con riesgo de acumulación de gas, y recomendaba incrementar las medidas de seguridad.
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