El ministro de defensa israelí Ehud Barak declaró el martes que un ataque militar contra Irán sigue siendo una de las opciones que bajara el estado hebreo para frenar el controvertido programa nuclear iraní pese al inicio el pasado fin de semana en Estambul de una nueva ronda de conversaciones entre Teherán y el denominado Grupo 5+1.
Durante una entrevista concedida a la radio militar israelí, Barak se mostró totalmente escéptico sobre el resultado de las negociaciones, que consideró prácticamente una pérdida de tiempo. "No me parece que eso vaya a ocurrir... ni ahora, viendo lo ocurrido en Estambul, ni tras la siguiente ronda de conversaciones (prevista para mayo en Bagdad)", dijo el ministro preguntado si creía que se lograría persuadir a Irán de que cese su programa de enriquecimiento de uranio.
Barak también quiso dejar claro que para el ejecutivo israelí la seguridad del estado hebreo sigue anteponiéndose a cualquier otra consideración, y negó las especulaciones aparecidas en algunos medios israelíes que afirmaban que el gobierno habría prometido a su aliado estadounidense no seguir con sus planes de ataque a Irán en tanto perduren las negociaciones.
"No nos estamos comprometiendo a nada", aseguró Barak, que tiene previsto reunirse el jueves en Washington con el secretario de defensa norteamericano Leon Panetta. "No hay, no ha habido, no debería haber y no puede haberlo (un compromiso de no atacar a Irán)", afirmó rotundamente.
A juicio del ministro de defensa israelí una de las mayores preocupaciones actuales para Israel es que el régimen iraní pueda entrar en lo que consideró una "zona inmune" ante un ataque militar israelí; es decir, que Irán ubique sus instalaciones nucleares vitales bajo tierra a una profundidad tal que sean inmunes a un ataque aéreo o a cualquier bombardeo con misiles.
Una opción que a juicio de Ehud Barak está a punto de cumplirse y que hace que el tiempo apremie para evitar que Teherán acceda a la tecnología necesaria para construir un arma atómica, como teme Israel y sus aliados. De hecho para Barak la nueva ronda de negociaciones a la que accedido Irán con el Grupo 5+1 podría no ser más que una maniobra de distracción para dejar correr un "tiempo precioso", en el cual el gobierno iraní podría poner a salvo sus instalaciones de una acción militar extranjera.
En esta línea ya se manifestó el domingo el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, quien al día siguiente de reanudarse las conversaciones nucleares en Estambul criticó la actitud dialogante de Estados Unidos con Irán y aseveró que dejar pasar cinco semana entre el encuentro en la metrópolis turca y la siguiente ronda de conversaciones en Bagdad -prevista para el 23 de mayo- constituía todo un "regalo" hacia el régimen iraní que le permitía seguir enriqueciendo uranio libremente, un proceso que Israel y muchas potencias occidentales creen que tiene como fin la generación del combustible necesario para fabricar armas nucleares.
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