Miles de inmigrantes marcharon el viernes por las calles de Atenas para protestar contra el acoso de la policía griega y el incremento de los ataques racistas en el país, que según han denunciado varias entidades y organizaciones de defensa de los derechos humanos han sufrido un preocupante incremento ante la impunidad de las autoridades del país y la proliferación de grupos violentos de ultraderecha.
Varios miles de personas, la inmensa mayoría inmigrantes extranjeros, desfilaron por las calles de la capital griega en dirección a la sede del parlamento con pancartas en las que podían leerse frases como "No a la islamofobia" o "Fuera neo nazis", en la que ha sido una de las mayores protestas contra el racismo que se recuerda en Atenas en los últimos años.
Grecia es una de las principales puertas de entrada de la inmigración asiática y africana hacia la Unión Europea. Sin embargo la grave crisis económica que atraviesa el país ha hecho que formaciones ultranacionalistas y de corte fascista como "Amanecer Dorado", un partido neo nazi prácticamente marginal hasta hace sólo dos años, hayan encontrado un filón en la crisis y una oportunidad de culpar a la inmigración de los altos índices de desempleo en el país -que superan ya el 23% de la población activa-, entrando por primera vez desde el fin de la dictadura de los coroneles en 1974 en el parlamento con más del 7% de los votos.
La protesta del viernes se produjo precisamente al día siguiente de que la policía detuviera a cientos de inmigrantes sin papeles en la ciudad de Corinto y los encerrara en una especie de campo de detención, en una de las cada vez más numerosas "redadas anti inmigrantes" practicadas por las fuerzas del orden y el gobierno del primer ministro Antonis Samaras.
Organizaciones internacionales como Human Rights Watch (HRW) denunció en un informe publicado a principios de julio que pese al creciente número de ataques racistas y xenófobos que tienen lugar en Grecia, éstos permanecen impunes ante la pasividad de la policía y las autoridades del país, que los toleran o incluso desalientan a las víctimas a que presenten denuncias contra sus agresores, llegando incluso a amenazar con detenerlas si insisten en que se investiguen los hechos.
Según ha podido documentar HRW, la mayor parte de las agresiones racistas contra inmigrantes se producen durante la noche en las proximidades de plazas públicas y son cometidas por grupos de agresores violentos cuya indumentaria se asemeja a la de los miembros y simpatizantes de "Amanecer Dorado". La ONG concluía en su informe que la verdadera extensión del incremento de los ataques racistas en Grecia no se conoce porque gran parte de las víctimas no se atreven a denunciar las agresiones y porque las estadísticas que ofrece el gobierno no son fiables.
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