El presidente del gobierno autónomo kurdo del norte de Irak (KRG, por sus siglas en inglés), Masud Barzani, amenazó el sábado con intervenir en el norte de Siria para apoyar a los kurdos de la región que combaten a los grupos islamistas de la oposición, abriendo la puerta a extender el conflicto sirio hacia el vecino Irak.
En un comunicado hecho público el sábado, Barzani pidió que se investigaran los informes de supuestas matanzas llevadas a cabo por “terroristas” (islamistas) contra los kurdos de Siria. “(Si) se constata que ciudadanos kurdos inocentes, mujeres y niños están bajo la amenaza de la muerte y el terrorismo, la región kurda de Irak (el KRG) estará preparada para defenderlos”, manifestó el presidente kurdo-iraquí.
Los kurdos que viven en Siria, marginados durante décadas por el régimen alauita de Damasco, representan alrededor del 10% de la población del país y se concentran principalmente en las regiones del norte y noreste de Siria. En las últimas semanas se han recrudecido los combates en la región entre milicias armadas kurdas y fuerzas de la oposición siria encabezadas por el llamado Frente al-Nusra, un grupo que combate al régimen de Bashar al-Assad pero de ideales yihadistas y con supuestos vínculos con Al-Qaeda.
La oposición siria ha acusado en varias ocasiones a los kurdos y a grupos como el PYD –considerado como la rama siria del PKK- de haberse aliado con el gobierno de Assad y no apoyar la lucha contra el régimen del presidente sirio; las organizaciones kurdas de Siria argumentan por contra que quieren controlar sus propias zonas y durante las últimas semanas han expulsado a las fuerzas rebeldes de Al-Nusra de ciudades fronterizas próximas a Turquía como Ras al-Ain, extendiéndose los combates entre ambos bandos también a otras localidades sirias de la frontera como Tel Abiad.
La administración autónoma kurda del norte de Irak está compuesta por tres provincias autónomas al norte del país regidas por un gobierno propio con capital en Arbil, con sus propias fuerzas de seguridad y ejército, y cuyos lazos con el gobierno central de Bagdad se han debilitado en los últimos años debido a las tensiones políticas y étnicas con el gobierno del primer ministro iraquí Nuri al-Maliki, que a punto han estado en varias ocasiones en derivar en un conflicto armado abierto.
0 Comentarios