Los empleados del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel han iniciado una huelga general histórica, que obligará a cerrar las embajadas y consulados del país en el extranjero y podría paralizar por completo la diplomacia israelí por primera vez en su historia.
La información era confirmada el domingo por el consulado general de Israel en Estambul en una nota enviada a la prensa turca, en la que se afirmaba que "los empleados del ministerio de asuntos exteriores declaran una huelga general" dejando al país hebreo "vulnerable ante el peligro de aislarse internacionalmente" a causa de una medida que paralizará su red diplomática.
La iniciativa, la primera de esta categoría en la historia de Israel, supondrá el cierre completo de un total de 103 delegaciones diplomáticas en el extranjero durante un período indefinido, así como de la propia sede del Ministerio de Asuntos Exteriores en Jerusalén, y se produce en protesta por lo que los empleados de este ministerio consideran unas pésimas condiciones laborales que se han visto agraviadas por la decisión del ministerio de finanzas israelí de recortar sus salarios.
"El ministerio de finanzas ha declarado una guerra total contra el servicio de exteriores israelí, y contra sus dedicados diplomáticos que trabajan sin descanso día tras día para garantizar el futuro de todos los ciudadanos israelíes. No aceptaremos la absoluta insensatez de los representantes del ministerio de finanzas", declaró el líder del sindicato de trabajadores del ministerio de exteriores, Yair Frommer.
La huelga indefinida anunciada supone un paso más en el paro parcial iniciado por el personal de exteriores israelí el pasado 4 de marzo, y por el que éste había rechazado llevar a cabo ninguna actividad diplomática excepto en "áreas sensible y cruciales" para el Estado de Israel. A partir de ahora, sin embargo, los trabajadores de la cancillería israelí sólo actuarán "en casos en los que haya vidas en peligro", prohibiendo la entrada a la sede del ministerio incluso a su titular, el ministro Avigdor Lieberman, quien ha criticado duramente la huelga calificándola como una "decisión miserable que muestra una falta de sentido común".
0 Comentarios