Cerca de 300 inmigrantes procedentes de Siria fueron rescatados el sábado por guardacostas turcochipriotas frente a las costas del norte de la isla, después de que la embarcación en que viajaban quedase a la deriva.
El navío, con bandera de Tanzania y de unos 50 metros de eslora, transportaba a cientos de personas incluidas 40 mujeres –una de las cuales estaba embarazada- y 35 niños, según informaron el domingo las autoridades de la República Turca del Norte de Chipre (KKTC, por sus siglas en turco), que indicaron que el barco quedó a la deriva a unas 4,5 millas náuticas del puerto de Girne (Kyrenia).
Tras ser alertados, los guardacostas turcochipriotas iniciaron un dispositivo de rescate que afortunadamente se saldó sin víctimas, pese a que la operación se vio dificultada por las malas condiciones meteorológicas. Todos los inmigrantes fueron trasladados a tierra y alojados en un pabellón deportivo en la ciudad de Girne.
La embarcación habría partido, según las primeras informaciones, desde la provincia de Mersin, en la costa sur de Turquía, y habría estado a punto de naufragar en una zona rocosa frente a las costas del norte de Chipre. Uno de los inmigrantes rescatados relató a la agencia de noticias Anatolia que cada uno ellos había pagado unos 5.200 euros para huir de Siria, y que los traficantes les habrían asegurado que les llevarían hasta Europa, concretamente hasta Italia; sin embargo, acabaron varados en medio del mar sin comida ni agua durante cuatro días, afirmó el superviviente.
Girne se ubica a unos 80 kilómetros al sur de la costa mediterránea de Turquía y a unos 200 kilómetros de Mersin. La isla de Chipre, situada a sólo 100 kilómetros de las costas de Siria, hasta ahora sin embargo se ha visto al margen de los grandes flujos de personas que huyen de la guerra en el país, ya que habitualmente las mafias utilizan las rutas a través del Egeo o del Mar Negro para llegar hasta Grecia, Bulgaria o Rumanía.
0 Comentarios