Naciones Unidas ha alertado del elevado riesgo que existe de que se produzca una epidemia de cólera en el noroeste de Siria, la zona controlada por la oposición al régimen de Bashar al-Assad. Tras el terremoto en la vecina Turquía que asoló el norte de Siria dejando a unos 5 millones de personas sin hogar en el país árabe, los precios de los alimentos se han disparado y la población se enfrenta a la destrucción de infraestructuras básicas, incluyendo las de suministro de agua, a lo que hay que añadir un invierno especialmente seco que ha causado restricciones en todo el país. El norte de Siria sufre desde septiembre de 2022 un brote de cólera que antes del seísmo ya había dejado más de veinte muertos.
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