14 años después de aquella imagen en la que un periodista iraquí arrojó un zapato a George W. Bush para mostrar su enfado con la corrupción y el caos rampantes tras la invasión estadounidense de Irak (de la que se cumplen 20 años), Muntadhar al-Zeidi, el protagonista de aquella icónica escena, no sólo no lamenta lo que hizo -a pesar de que le costó 6 meses de cárcel- sino que sigue indignado por la situación que atraviesa su país. “Las mismas personas que entraron hace 20 años con los invasores, siguen gobernando Irak a pesar de los problemas y la corrupción. Y EE.UU. lo sabe muy bien”, se lamenta. “Sientes tristeza al ver el dolor de la gente las 24 horas del día” dice Al-Zeidi, quien pese a todo añade: “Esta imagen es una prueba de que un día, una simple persona fue capaz decir no a esa persona arrogante con todo su poder”.

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