La crisis económica en Afganistán, agravada por la salida precipitada de miles de extranjeros y afganos tras la toma de Kabul por los talibanes, ha disparado los precios de los alimentos hasta un 50%, y al menos uno de cada tres afganos pasa hambre, según advierte Naciones Unidas.
“No vamos a poder proporcionar alimentos básicos porque (a finales de septiembre) nos vamos a quedar sin stocks; y para mantener la actual demanda (de alimentos), necesitamos al menos 200 millones de dólares sólo para alimentos, para poder alimentar a las personas más vulnerables”, explicó a la prensa en Kabul Ramiz Alakbarov, coordinador humanitario de Naciones Unidas y vice representante especial para Afganistán del Secretario General de la ONU.
Alakbarov advirtió además que al menos un tercio de la población de Afganistán carece de seguridad alimentaria y no tiene perspectivas de que su situación vaya a mejorar; una de las causas es que la crisis y la inestabilidad en el país han disparado los precios de los alimentos un 50%, y los del combustible hasta un 75%. El representante de Naciones Unidas aseguró que los servicios públicos del país tienen problemas para seguir operando, a lo que hay que añadir que los empleados públicos no están cobrando sus salarios.
El martes, el Secretario General de Naciones Unidas Antonio Guterres afirmó que Afganistán se enfrenta a una inminente “catástrofe humanitaria” desde que los talibanes se hicieron con el control del país. “Se avecina una catástrofe humanitaria... en medio de una grave sequía, y con condiciones invernales más duras acercándose, deben enviarse urgentemente y cuanto antes al país alimentos, refugios y suministros médicos adicionales”, dijo Guterres en un comunicado.
La economía afgana apenas crecerá esta década
Un reciente informe elaborado por Fitch Solutions ya confirmaba la grave situación que encara Afganistán debido al hundimiento de su economía, señalando que ésta probablemente se colapsará rápidamente hasta hundirse un 9,7% este año, con una caída pronosticada de al menos un 5,2% en 2022. Anteriormente, Fitch había previsto que la economía afgana creciera al 0,4% en 2021.
A largo plazo, no parece que la crisis económica en Afganistán tenga visos de una mejora: Fitch afirma en su informe que entre 2023 y 2030 la economía del país crecerá de media no más de un 1,2% anual, una cifra muy lejos del ritmo del 6% al que creció el PIB afgano entre 2002 y 2020, y concluye que sólo la inversión extranjera masiva en el país podrá mejorar las perspectivas económicas para Afganistán.
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