La palabra yogur procede del turco “yoğurt”, y hasta principios del siglo XX era un alimento típico de Asia Central y de algunos países de Europa Oriental que lo habían importado siglos atrás con los invasores nómadas del Este, como los hunos, los mongoles o los propios turcos. Hay referencias históricas al uso del yogur por parte de los turcos desde el siglo XI, época en la que estos se asentaron en la península de Anatolia. Tras el surgimiento del Imperio Otomano, los europeos tuvieron conocimiento del yogur gracias al rey Francisco I de Francia, quien difundió sus propiedades benéficas tras ser curado de una grave diarrea gracias a la recomendación de un médico enviado por el sultán Soleymán el Magnífico.

Aunque su uso se ha extendido por Occidente especialmente como postre o como complemento para el desayuno, los turcos siguen haciendo gala de saber utilizarlo como condimento para casi cualquier plato. Un buen ejemplo es la pasta con yogur, un plato muy fácil de elaborar que consigue una buena presentación y un sabor único.

Ingredientes (para 6 personas)

400 gr. de pasta (pueden ser macarrones o cualquier otra que elijamos)
4 dientes de ajo
350 gr. de yogur natural (sin azúcar)
3 cucharadas soperas de aceite de oliva
1 cucharada sopera de perejil picado (si no es de bote, mucho mejor)
1 cucharadita de tomillo o menta
1 pizca de pimienta de cayena
1 pizca de pimienta negra
1 pizca de sal

Preparación

Cocemos los macarrones en agua abundante a la que añadiremos un par de cucharaditas de sal. Una vez comience el agua a hervir, vertemos en ella los macarrones y los dejamos cociendo a fuego medio hasta que queden “al dente”, siguiendo las indicaciones del paquete (por norma no más de 12 minutos).

Mientras cuecen los macarrones vamos preparando la salsa. Comenzamos picando las cabezas de ajo muy finas, y posteriormente lo vertemos en una sartén pequeña con el aceite y lo dejamos sofriendo hasta que dore. Una vez esté dorado el ajo, lo retiramos del fuego y añadimos el yogur, el perejil, las especias y la sal, cuidando que quede todo bien mezclado en la misma sartén, y le damos un pequeño hervor a fuego lento.

Escurrimos los macarrones y les añadimos una cucharada de mantequilla o aceite, revolviéndolos bien, y los servimos en una fuente vertiendo por encima la salsa de yogur que hemos hecho (también podemos servirla aparte), cuidando que esté lo suficientemente caliente.

Afiyet olsun!!

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