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Turismo

El Oriente escondido: Van

Castillo de Van

Castillo de Van | Fuente: Gloria Santos

06-07-2014 - 14:00 CET Gloria Santos | Hispanatolia

Si eres un viajero independiente, coge tu mochila y mira al Este: allí encontrarás desierto, ruinas y enclaves arqueológicos de antes de que el mundo fuera mundo, y una sensación de estar ante algo que la mayoría de los turistas jamás conocerán.

Ante la masificación de Estambul con la llegada de numerosos cruceros, la ciudad se te hace insoportable. Quien haya conocido Estambul hace tan sólo diez años, sabrá que su encanto se lo están llevando poco a poco. Si eres un viajero independiente, coge tu mochila y mira al Este: desierto, ruinas abandonadas, tanquetas militares y enclaves arqueológicos de antes de que el mundo fuera mundo, nos esperan en esta zona en la que aviso que, como media, te cruzarás con dos turistas.

De Estambul a Van, hay unos 2.000 kilómetros. Podrás optar por hacer el recorrido en tren o en avión, descartamos el coche debido a que las carreteras a partir de Capadocia están en obras, la duración del viaje es excesiva y debemos de guardar fuerzas para las maravillas que nos aguardan. La alternativa en tren, Güney Ekspresi (Kurtalan vía Ankara, Kayseri, Sivas, Malatya y Diyarbakır) o en nuestro caso, cogimos un avión hacia Van, con Turkish Airlines que tiene vuelos diarios a Van, Diyarbakır, Şanlıurfa o Tatvan.

Lo primero que te llamará la atención al llegar a esta ciudad será ver un gato blanco gigante en una rotonda, monumento de la ciudad a la famosa raza de gatos que lleva el nombre de ésta. En sí, es una ciudad nueva, con montones de obras y planes futuros de construcción de grandes hoteles y urbanizaciones alrededor del lago Van. Más que un lago, parece un mar, debido a que es tan extenso (3.750 km2) que desde una orilla nunca verás la otra. Básicamente, aquí nos esperan tres grandes maravillas: la iglesia de la Isla de Akdamar, la fortaleza de Van y un poco más alejado, Çavüstepe y el Castillo de Hosap.

Castillo de Van

Situado a 3 kilómetros del centro de la ciudad, fue construido por Sarduri I, hijo de Lutripi, en el 900 a.C. Si bien la cultura de Urartu era eterna rival de los asirios, adoptaron la escritura cuneiforme de sus enemigos. En este enclave se encuentra la estela cuneiforme Urartea más antigua conocida sobre el rey Sarduri I.

Otra estructura impresionante excavada en bloques de piedras gigantes es la tumba de Argisti, en cuyo exterior se encuentran las inscripciones de Horhor, los textos en escritura cuneiforme urartiana más largos hasta hoy conocidos. Mi recomendación es esta: según entras en el recinto cruzarás un puente de piedra, a su derecha está la taquilla, la entrada son 2 TL (liras turcas). Pide por favor que alguien le enseñe el recinto, le garantizo amabilidad e interés.

Lago Van – Isla de Akdamar – Iglesia de la Santa Cruz

Carretera dirección Edremit. Por la carretera central que cruza Van dejarás el hotel Tuşba a la derecha y el Hotel Rescate a la izquierda, deberás tener cuidado, sobre todo en el tramo Gevaş, pues se te cruzan perros, gatos y hasta tortugas. Nuestra parada está bien indicada, vamos dirección Gevaş donde hay un embarcadero para coger un barco que nos llevará a la Isla de Akdamar.

El establecimiento se llama “Grand Deniz Turizm”, verás un indicador que pone “Restaurant, Camping, Boot Gevaş”. Este camping es una gozada: limpio, ordenado, al pie de las montañas con playas en el lago y un dueño que sólo vive para contentar a su gato de Van con un ojo de cada color. Lo verás vendiendo los tickets del barco con el gato encima de la mesa en un cojín. El ticket según la ocupación (mínimo 10 personas) cuesta de 5 a 10 TL. Hasta la isla son unos 20 minutos de trayecto en barco, donde lentamente irá surgiendo del horizonte la silueta de esta joya de la arquitectura armenia.

Akdamar Kilisesi, la Iglesia de la Santa Cruz, fue construida por el rey de Vaspurakan, Gagic Artsruni, junto con un palacio y un monasterio. Históricamente se tiene constancia de la historia del lugar por el viajero otomano Evliya Çelebi en el siglo XVII y también por el viajero inglés H.F.B Lynch en el siglo XIX, en su libro, “Armenia Travels and Studies”. Los bajorrelieves de esta iglesia, obra maestra del arte armenio, recogen escenas del Antiguo Testamento en tamaño gigante: Adán y Eva, Jonás, David y Goliat.

Dentro de ella los frescos muy deteriorados recogen escenas del Nuevo Testamento: Lázaro, la Virgen María y el nacimiento de Jesús en Belén. Tras muchos años de olvido fue felizmente restaurada por el Gobierno a lo largo de los años 2000 al 2007, y abierta al culto desde el 2010, habiendo una multitudinaria misa anual.

Cavuştepe y Hoşap

Deberás coger la misma dirección pero esta vez dirigirte en dirección a Başkale y Hakkari. Cavuştepe (a 25 kilómetros de Van) tiene interés arqueológico y humano. Arqueológicamente son los restos mejor conservados de un palacio de la cultura de Urartu, construido por el rey de Urartu Sardur II entre el 764-735 a.C. Es un emplazamiento que seduce más por la imaginación de lo que fue, que por lo que queda. En su mayoría es todo cimientos. Lo más recalcable lo verás en la fortaleza inferior, un templo elaborado en basalto negro cuya entrada está plagada de escritura cuneiforme.

Humanamente, te encontrarás con el señor de Cavuştepe, Mehmet Kuşman, un anciano que lleva en las ruinas desde su descubrimiento. Ha formado parte viva como historiador-lingüista-arqueólogo en el re-descubrimiento de la cultura de Urartu. Puede enseñarte -habla un buen inglés- periódicos que recogen todos los trabajos en la zona realizados por él y sus colegas.

En sus horas libres, vive en una caseta en el reciento arqueológico, hace unos trabajos en piedra negra volcánica sublimes: medallones con el dios Aldi (dios supremo de Urartu), abecedarios cuneiformes e incluso los signos del zodiaco. Los encontrarás algo subido de precio pero tienes la certeza de estar comprando a una leyenda, un trabajo artesanal en un lugar incomparable. He de añadir, que cuando miro mi medallón del dios Aldi, los recuerdos son los mejores y más dulces con el recuerdo del señor de Cavuştepe. La entrada al recinto son 5 TL y en un artículo en Hispanatolia del mes de mayo ya se contó la historia de este señor.

Para el Castillo de Hoşap (a 58 kilómetros de Van) por la misma carretera seguiremos dirección a Hakkari hasta llegar al pueblo de Guzelsu, provincia de Gülpınar. Para acceder al castillo debes buscar un puente blanco y negro del siglo XVII casi a pie de carretera, si lo prefieres pregunta en el mismo pueblo, que alguien te acompañará gentilmente hasta la entrada.

Ante la primera visión del castillo te corre por la cabeza la idea de “Estoy en el Oriente escondido”, una sensación de estar ante algo que los turistas desconocen y seguirán desconociendo, cara a cara ante la historia. La puerta de acceso es un trabajo en hierro poco común: vetusta, pesada, cuyo trabajo es desigual al estar repujada a mano. Paso la mano por ella señalando a mi hija que los dibujos son todos distintos, y me encuentro con unos agujeros en ella; en ese momento, el guía del lugar me dice “Kalashnikov”: hasta aquí han llegado las refriegas del eterno conflicto turco-kurdo, del cual ahora tenemos una tierna esperanza en su esperado final.

El castillo medieval, construido en 1643 sobre los cimientos de lo que fue seguramente una fortaleza Urartea, fue levantado por el gobernador otomano de Hoşap Mahmud Suleyman, siendo Hoşap en su época de esplendor el centro administrativo de toda la provincia de Van. El guardián y guía del lugar habla un inglés perfecto, te enseña el lugar recién restaurado y no acepta propina, sólo la entrada que son 2 ó 3 TL.

Para terminar diré, que desde las páginas de turismo a las noticias intentarán que cambies de opinión, que no vayas al Este, que en las carreteras verás controles militares y tanquetas... Pero debo decir a su favor que en todo el recorrido en el Este y Sureste de Turquía (mi marido, mi hija de 13 años, una servidora, un coche alquilado y nuestra Lonely Planet) sólo encontramos historia y agradecimiento: por ir a conocerlos, por intentar entenderlos, por respetarlos...

Recomendaciones hoteleras

La mejor opción: Rescate Hotel. Oasis de buen hace con desayunos impresionantes, restaurante y bar impecable. Personal profesional y perfecto. Nosotros pagamos por una habitación triple 230 TL al día.

La peor opción: Tuşba Hotel. Hotel vacío, moquetas antediluvianas, desayuno innombrable. Habitación triple: 190 TL. El sitio donde está ubicado es el mejor de la ciudad, una pena.

También en el centro de la ciudad tienes el Tamara Hotel que es un hotel de comerciales y negocios, una renovación fingida, y un desayuno más que normal para las 210 TL que cuesta.

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