Las complicadas obras de restauración iniciadas hace dos años en el antiguo monasterio bizantino de Sümela, situado en medio de las montañas de Mar Negro en la provincia de Trabzon, están casi terminadas por lo que se espera que este lugar reabra en pocos meses sus puertas a los turistas.
Fundado en el año 386 bajo el emperador romano Teodosio (si bien alcanzó su actual aspecto en el siglo XIV), y aspirante a convertirse en Patrimonio de la Humanidad, el monasterio de Sümela, ubicado en un impresionante corte en el monte Karadağ de Trabzon, ha estado cerrado durante todo este tiempo mientras se desarrollaban unas tareas de restauración y acondicionamiento complicadas por la ubicación y la altura a la que sitúa este antiguo complejo monástico.
Como parte del proyecto, encargado por el Ministerio de Cultura y Turismo, la estructura rocosa que rodea al monasterio fue sometida a un estudio y varios expertos procedieron a retirar las rocas que suponían un peligro para la estructura y las personas. Los trabajos concluirán con la retirada de una roca de 600 toneladas, y tras esto está previsto que Sümela reabra sus puertas a los visitantes en agosto de 2018, según las autoridades.
En declaraciones a los medios, el director de Cultura y Turismo de Trabzon, Ali Ayvazoğlu, señaló que además de asegurar la estructura geológica los trabajos incluyen también la restauración del propio monasterio, así como la carretera que conduce al mismo.
“Ahora mismo el mayor problema es romper la piedra de 600 toneladas. Planeamos terminar tan pronto como sea posible, y comenzar entonces las tareas de limpieza. Confío en que abriremos completamente el monasterio para finales de 2018. Los actuales trabajos de restauración harán posible visitar todas las zonas secretas del monasterio, que antes los visitantes no podían ver”, dijo Ayvazoğlu.
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