Un grupo de montañeros turcos ha descubierto una inusual cueva con formaciones de carbonato cálcico esculpidas durante millones de años en la provincia de Hakkari, en el extremo sureste de la península Anatolia, según informó la prensa turca.
La gruta fue descubierta por el equipo de montañeros mientras realizaban trekking por las montañas que rodean a la pequeña aldea de Geçimli, situada a medio camino entre la ciudad turca de Hakkari y la frontera con Irak.
Sus descubridores, que han compartido varias fotos de su hallazgo, aseguran que la cueva posee formaciones únicas y totalmente asombrosas de estalactitas y estalagmitas esculpidas por el agua durante millones de años, algo bastante inusual en esta región de Turquía, cuyo clima es de tipo mediterráneo continental seco y donde las precipitaciones son escasas, al menos en verano.
Murat Adıyaman, uno de los montañeros autores del descubrimiento, confirmó a medios locales que este tipo de cuevas son muy raras en el este de Turquía, y explicó que las formaciones del interior de la gruta se habían creado por la acumulación durante millones de años de depósitos de carbonato cálcico disueltos y arrastrados por las filtraciones de agua desde la superficie, formando las estalactitas, estalagmitas y columnas que pueden contemplarse ahora.
Este tipo de cuevas sí son frecuentes por contra en la región mediterránea, al sur de Turquía, o en el norte del país (especialmente en la región del Mar Negro), donde existen algunas tan famosas como la Cueva de Astım en la provincia de Mersin, la Cueva de Ballıca (Tokat), la Cueva Dupnisa (Kırklareli), o la Cueva Oylat (Bursa).
También son muy conocidas las cuevas de Cüceler, Karain, Yalan Dünya y Damlataş, situadas en los Montes Tauro en la provincia de Antalya, un conocido destino turístico en la costa mediterránea turca.
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