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Turismo

Viaje a Estambul: descubriendo la majestuosidad de Santa Sofía

Turismo santa sofia estambul

14-09-2023 - 14:00 CET Laura Torimbia | Hispanatolia

Entre las muchas maravillas que se pueden contemplar en un viaje a Estambul, destaca un monumento testigo de siglos de historia: la imponente Santa Sofía.

Estambul, la única ciudad del mundo que se extiende sobre dos continentes, es un tesoro de historia y cultura que se ha convertido en un destino indispensable para muchos viajeros. Entre las muchas maravillas que se pueden contemplar en un viaje a Estambul, destaca un monumento que ha sido testigo de siglos de transformación: la imponente Santa Sofía.

Un viaje hacia atrás en la historia de Estambul

Cuando uno cruza las puertas de Santa Sofía, se encuentra inmerso en una travesía a través del tiempo. Y es que la historia de este edificio emblemático se remonta a más de 1.500 años años atrás. Santa Sofía, llamada Hagia Sophia en griego y Ayasofya en turco, es una maravilla arquitectónica construida en el siglo VI por el emperador Justiniano, y sirvió como catedral durante casi un milenio. En 1453, con la caída de Constantinopla, fue convertida en mezquita por el sultán Mehmed II, y se construyeron los minaretes que hoy día aún se observan, que se alzaron hacia el cielo como testigos de una nueva era.

En realidad, la primera Santa Sofía fue construida en el año 360 d.C. durante el reinado del emperador romano Constantino el Grande, quien transformó la antigua ciudad de Bizancio en Constantinopla. Sin embargo, esta estructura original fue destruida en el 404 d. C. por un incendio durante una revuelta religiosa en la ciudad. El emperador Teodosio II ordenó la construcción de una segunda iglesia en el mismo lugar, inaugurada en 415, que fue a su vez destruida por otro incendio durante los disturbios de Niká, en el 532 d. C.

Estambul, la Gran Mezquita de Santa Sofía

La Santa Sofía que conocemos hoy en día fue construida por el emperador bizantino Justiniano I en el año 532 d.C. Fue diseñada por dos arquitectos notables de la época, Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto. La construcción tomó aproximadamente cinco años, y en ella destaca su imponente cúpula y su arquitectura innovadora para la época, que inspiró a numerosos edificios durante siglos posteriores. En 553 y 557 dos terremotos en Constantinopla agrietaron la cúpula original, que se derrumbó durante otro seísmo en 558, siendo reconstruida inmediatamente con materiales más ligeros y dándole mayor altura.

Durante casi mil años, Santa Sofía sirvió como una de las principales iglesias cristianas orientales del Imperio Bizantino. Sin embargo, en 1453, después de la conquista de Constantinopla por parte de los otomanos bajo el mando del sultán Mehmed II, la iglesia fue convertida en una mezquita y sufrió modificaciones para adecuarse a los rituales islámicos. Se añadieron minaretes y se retiraron algunos elementos cristianos, como los mosaicos.

Santa Sofía: mezcla de arte cristiano e islámico

El diseño de Santa Sofía es, de hecho, una mezcla impresionante de estilos bizantino e islámico. Su cúpula, consideradas como una proeza de ingeniería, se elevan majestuosamente, inundando el interior con luz celestial.

Los mosaicos que adornan sus paredes narran historias bíblicas y retratan a emperadores y emperatrices, evocando una sensación de reverencia y asombro. Pero al mismo tiempo se observan elementos propios de la arquitectura y el arte islámicos, como los cuatro minaretes, las inscripciones con caligrafía árabe en los medallones y en la cúpula, o el mihrab (altar) que indica la dirección de La Meca.

interior de Santa Sofía, Estambul

Santa Sofía es un símbolo de la rica herencia multicultural de Estambul. Al caminar por sus pasillos, uno puede sentir la influencia tanto del cristianismo como del islamismo. Las inscripciones en árabe se mezclan con los mosaicos cristianos, recordándonos que este lugar ha sido testigo y protagonista de una historia compleja… y fascinante.

Iglesia, mezquita, museo… Y nuevamente, mezquita

Tras la conquista otomana, Santa Sofía siguió siendo una mezquita hasta la fundación de la República de Turquía en 1923, cuando su primer presidente Mustafa Kemal Atatürk la convirtió en un museo como parte de su programa de modernización y secularización del país. El edificio siguió funcionando como museo, hasta que en julio de 2020, una decisión judicial determinó que la transformación en un museo había sido ilegal, y Santa Sofía fue nuevamente convertida en una mezquita.

Esta decisión generó una importante controversia en Turquía, pero sobre todo en otros países de mayoría cristiana, que consideraron la medida populista y un atentado contra la historicidad del lugar, si bien hay que decir que -contrariamente a lo que muchos afirmaron en su día- la UNESCO no retiró a Santa Sofía de su lista de Patrimonio de la Humanidad por su reconversión en mezquita.

La polémica continúa hoy día. Quienes apoyan su apertura de nuevo como mezquita recuerdan que Santa Sofía tuvo un uso religioso como edificio islámico durante casi cinco siglos, hasta su transformación como museo, y que esa historia también debe ser respetada; recuerdan además el lamentable estado de muchas mezquitas y edificios históricos otomanos en la vecina Grecia (uno de los países que más protestó por la medida), donde hasta hace poco se ha negado a la minoría musulmana permiso para construir una mezquita en Atenas.

Polémicas al margen, para quienes visitan Estambul y quieren simplemente contemplar las bellezas y maravillas de Santa Sofía, hay que destacar que su reconversión a mezquita supone que ahora la entrada es gratuita, y que el horario de visita de Santa Sofía se ha ampliado hasta la noche (siendo museo cerraba a las 5 de la tarde), lo que nos da mucho margen para planificar nuestra visita sin agobios.

Consejos para visitar Santa Sofía

Si planeas visitar Santa Sofía, te recomiendo llegar temprano en la mañana para evitar las multitudes, especialmente en temporada turística alta, y disfrutar de la atmósfera serena que envuelve el lugar.

entrada a Santa Sofía

No olvides vestirte con modestia como muestra de respeto cubriendo piernas, brazos, y también el pelo en el caso de las mujeres, y ten en cuenta que los zapatos deben ser retirados antes de entrar al lugar, siguiendo la costumbre habitual para entrar a las mezquitas. Recuerda además que por respeto y privacidad, durante las 5 oraciones diarias el acceso al templo está prohibido para quienes no acudan a orar.

En resumen, Santa Sofía es mucho más que un edificio; es un testigo de la historia viva de Estambul. Cada rincón de sus paredes respira la esencia de todas las civilizaciones que han pasado por este lugar; y al visitarlo, sentirás que te sumerges en una experiencia única que perdurará en tu memoria, incluso mucho después de haber regresado a tu hogar. Disfruta tu visita a este monumento extraordinario, y si quieres saber más sobre su fascinante pasado, no dejes de visitar el Museo de la Historia de Santa Sofía. Y recuerda que, además de ver Santa Sofía, ¡hay mucho más que hacer en tu viaje a Estambul!

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