Un equipo de 12 expertos japoneses, en colaboración con responsables del Ayuntamiento Metropolitano de la ciudad de Bursa (al noroeste de Turquía), están trabajando en un proyecto conjunto para prevenir y reducir los riesgos en caso de terremoto. Durante 42 meses, los equipos de ambos países determinarán la intensidad máxima que pueden alcanzar los seísmos en la región y elaborarán mapas geológicos y de riesgo sísmico detallados, para determinar qué zonas tienen más peligro de sufrir daño por terremotos y qué medidas deben tomarse a corto, medio y largo plazo. La ciudad de Bursa, la 4ª más poblada de Turquía, está atravesada por el ramal sur de la Falla Anatolia Norte y está clasificada de alto riesgo sísmico.

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