La fundación de la República Turca en 1923 fue en sí misma una revolución para los derechos de las mujeres gracias a la visión de su fundador y primer presidente, Mustafa Kemal Atatürk, según afirmó el líder de la oposición turca, Kemal Kılıçdaroğlu, con ocasión del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
“Si la República contribuyó enormemente en favor de las mujeres en Turquía, las mujeres también contribuyeron al desarrollo de nuestra República. La República es en sí misma una revolución de las mujeres”, insistió Kılıçdaroğlu en declaraciones hechas en la provincia turca de Edirne -situada en la frontera con Grecia y Bulgaria- donde visitó a las mujeres trabajadoras de una fábrica textil.
El líder opositor turco subrayó la necesidad de seguir reivindicando los derechos de la mujer y luchando contra el maltrato, añadiendo que lo que hay tras los movimientos organizativos de mujeres es dolor, lágrimas y una enorme lucha por la dignidad y la identidad de la mujer.
“Todas las mujeres del mundo están ahora unidas... Las mujeres turcas recibieron sus derechos mucho antes que ningún otro país, gracias a Atatürk”, recordó Kılıçdaroğlu.
El papel de la mujer en la República
La República Turca fue uno de los primeros países en dar plenos derechos a todas las mujeres. En 1934 se dio a las mujeres turcas el derecho a voto y a ser elegidas como miembros del parlamento; en países como Francia, Italia o Bélgica, las mujeres no obtendrían el derecho a voto hasta después de la II Guerra Mundial, y en Grecia hasta 1952.
El Código Civil de 1926, promulgado por Atatürk, ya reconocía la igualdad de derechos de las mujeres en cuanto al divorcio, la custodia de los hijos, y la herencia. En países como Italia no se permitió el divorcio hasta 1970, y en España hasta 1980.
Ya en 1935, 18 mujeres -entre ellas una campesina- fueron elegidas y obtuvieron un escaño en la Asamblea Nacional Turca. Turquía fue también el primer país del mundo en tener una mujer miembro del Tribunal Supremo.
Una de las hijas adoptivas de Atatürk, Sabiha Gökçen, fue la primera aviadora turca y la primera mujer del mundo en pilotar aviones de combate. Cuando sólo tenía 12 años pidió hablar con él mientras este visitaba Bursa y le dijo que quería ir a un colegio; Atatürk, tras escuchar su historia, decidió adoptarla como hija suya y pagarle todos sus estudios. Hoy día Sabiha Gökçen está reconocida como uno de los grandes aviadores de la historia y uno de los aeropuertos de Estambul lleva su nombre.
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