
Turquía ha criticado duramente la decisión de Washington de imponer sanciones por la compra del sistema antimisiles ruso S-400, pese a que el propio Trump reconoció que Ankara hizo lo correcto.
Erdoğan afirma que si la UE aprueba sanciones éstas no tendrán impacto en Turquía, y acusa a países como Francia o Grecia de presionar a otros países europeos por sus propios intereses.
Turquía acusa a Grecia de mentir y de rechazar el diálogo, después de que Atenas haya negado que aceptase una mediación de la OTAN para iniciar negociaciones entre ambos países.
El enviado de EE.UU. para Siria, James Jeffrey, reconoció que Washington quiere ver más apoyo de la UE y la OTAN a Ankara, y subrayó que Turquía no puede ser la única que soporte la carga de lo que pasa en Siria.
Turquía habría solicitado el despliegue de misiles Patriot a lo largo de su frontera con Siria ante la escalada bélica en la región y la amenaza real de un ataque con misiles por parte del régimen de Assad.
El ministro de exteriores turco se deshizo en elogios hacia España, recordando que nunca ha mostrado prejuicios hacia Turquía y que es el único país que decidió mantener los misiles Patriot.
Los presidentes de Estados Unidos y Turquía mantuvieron una reunión en Washington con una intensa agenda, donde abordaron cuestiones bilaterales, la situación en Siria o las relaciones con Rusia.
Ankara, que acusa a la UE de aliarse con los terroristas y de mentir a sus ciudadanos, recuerda que hay 300.000 kurdos sirios exiliados en Turquía por huir de las zonas de Siria controladas por el YPG.
Los turcos tienen opiniones más positivas de Rusia o Grecia que de Estados Unidos, al que el 80% ven como una amenaza. Además la mitad se oponen a normalizar las relaciones con Israel.
España mantiene desde 2015 en la base aérea de İncirlik, al sur de Turquía, una batería de misiles Patriot y un contingente de 150 militares españoles como parte de la misión de la OTAN.
En una resolución de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Washington amenaza a Turquía con sanciones y con su expulsión del programa F-35 si no suspende el trato con Rusia.
España mantiene desplegada desde hace más de cuatro años una batería de misiles Patriot y un contingente de 150 militares en la estratégica base aérea de İncirlik, al sur de Turquía.
Ankara insiste en seguir adelante con el contrato firmado con Moscú para adquirir el sistema de defensa S-400, pese a que Washington y la OTAN temen que sea una amenaza para el F-35.
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