Un supermercado turco ha decidido “contratar” los servicios como guardia de seguridad de una gata callejera que en los últimos días se convirtió en todo un fenómeno en las redes sociales por atacar ferozmente a los hombres y perros que se acercaban a la puerta del establecimiento.

La gata, que ha sido bautizada con el nombre de “Bıcırık”, saltó a la fama después de que un video grabado por las cámaras de seguridad del supermercado, ubicado en el distrito de Bayrampaşa de Estambul, la mostrara atacando ferozmente a los hombres y perros que se acercaban a la puerta.

El video se hizo la semana pasada viral en Turquía tras ser visto millones de veces en las redes sociales, donde llamó por la atención que pareciera ensañarse especialmente con los hombres y con los perros, algo que algunos vecinos del barrio achacaron a que los cachorros de su anterior camada desaparecieron de un día para otro.

Los vecinos aseguran no obstante que es una gata tranquila y que no es tan agresiva como parece. Así lo asegura también Seçkin Çetin, un veterinario que examinó al animal y que afirma que Bıcırık es algo más inquieta y curiosa de lo habitual, pero que no es tan fiera como aparece en las imágenes del video.

“Tras un examen médico, hemos descubierto que la gata está embarazada, por lo que probablemente atacó a las personas que pasaban por allí debido a los cambios en sus hormonas y a su instinto de protección. Lo divertido es que la gata sólo ataque a los hombres, por lo que hemos visto en los videos”, contó el veterinario después de que uno de los empleados del supermercado le llevase al felino, que ha recibido todas sus vacunas e incluso su propio pasaporte oficial de mascota.

Ahora los empleados de la tienda protagonista del video, ubicada en el barrio estambulita de Yenidoğan y perteneciente a la cadena de supermercados A101, han decidido adoptar a Bıcırık e incluso construirle una caseta a la puerta del establecimiento desde la que la gata podrá seguir vigilando los alrededores y, al mismo tiempo, atrayendo a numerosos curiosos. Los vecinos del barrio, incluso los que han sufrido sus particulares “ataques”, están encantados con la idea.