Azerbaiyán está dispuesta a incrementar su suministro de gas natural a Europa a través de Turquía, ante la preocupación en el viejo continente por la enorme dependencia del gas procedente de Rusia a raíz de la guerra en Ucrania, según aseguró este lunes el ministro de Energía azerí, Parviz Shahbazov.
La cuestión se habría tratado durante una reunión que mantuvieron hace sólo unos días el presidente de Azerbaiyán Ilham Aliyev y el presidente turco Tayyip Erdoğan, en la que ambos abordaron el proyecto de gaseoducto que conectará Turquía con la región autónoma azerí de Najicheván (situada entre la frontera turca y Armenia). En dicho encuentro, ambos mandatarios hablaron también sobre cómo abordar la seguridad energética en Europa.
El suministro desde los campos de gas natural de Azerbaiyán en el Mar Caspio a Europa podría llevarse a través de gaseoductos como el TANAP (gaseoducto trans-anatolio), o incluso el TAP (gaseoducto trans-adriático), que comenzó a operar en 2020 y llega hasta el sur de Italia.
Rusia es actualmente el mayor suministrador de gas natural a Europa: alrededor del 30% del gas natural que consumen los europeos procede de territorio ruso, aunque en algunos países ese porcentaje se eleva considerablemente, llegando hasta el 80% en el caso de Austria. A pesar de que ha prometido responder a las sanciones de Occidente, la semana pasada el presidente ruso Vladimir Putin aseguró que Rusia “seguirá cumpliendo todas sus obligaciones en el suministro de energía”.
Y es que se calcula que Moscú ingresa cada día unos 700 millones de euros por el gas vendido a Europa. No obstante, a raíz de la invasión de Ucrania los países de la UE están buscando vías alternativas de suministro para dejar de depender del gas ruso, por lo que otras fuentes como el gas natural enviado desde Azerbaiyán a través de Turquía podrían ser clave en la nueva estrategia energética europea.
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