Como parte del despliegue de seguridad durante la Nochevieja y el Año Nuevo en Estambul, que incluyó a 39.000 agentes, grupos especiales de policías vestidos con ropas civiles patrullaron las calles de las zonas más concurridas de la ciudad para evitar cualquier tipo de acoso sexual.

Apodados como “Equipos de Confianza”, una de estas unidades recorrió los alrededores de la Plaza Taksim y la Avenida İstiklal, epicentro de las celebraciones por la llegada de 2019 donde se reunieron decenas de miles de personas en la noche del 31 de diciembre.

Según imágenes difundidas por medios turcos, estos agentes vestidos de paisano intervinieron sólo segundos después de que un grupo de jóvenes comenzara a acosar verbalmente a dos mujeres que caminaban por la calle. La rápida intervención de los policías sorprendió a los propios acosadores, dos de los cuales fueron arrestados, según informó la prensa turca.

Policías vestidos de Papa Noel en Ankara

En Ankara, al igual que en Estambul y otras grandes ciudades de Turquía, hubo un despliegue especial de seguridad con motivo de la Nochevieja que incluyó a policías vestidos de Papa Noel que patrullaron las zonas más céntricas de la capital turca.

Los agentes vestidos de Santa Claus recorrieron las zonas más concurridas durante el 31 de diciembre y la madrugada del 1 de enero, incluyendo el barrio de Kızılay y las calles alrededor de la estación de autobuses de Ankara (AŞTİ), realizando 312 comprobaciones de identidad y deteniendo a un total de seis personas buscadas por la policía por cargos como extorsión o abusos sexuales.

Otras 32 personas fueron obligadas a abandonar la zona donde se llevaban a cabo las celebraciones por alterar el orden público o por “comportamientos que molestaban a otras personas”, según informaciones publicadas por la prensa turca.

Pese a estos y otros incidentes aislados, Turquía entró en 2019 sin ningún suceso grave del que informar durante los festejos de Nochevieja y Año Nuevo, contrariamente a lo ocurrido hace dos años, cuando un terrorista del Daesh entró en la madrugada del 1 de enero durante una fiesta en el Club Reina de Estambul disparando indiscriminadamente y matando a 39 personas.