El ejército turco lanzó a última hora del lunes una operación antiterrorista en la región de Hakurk, al norte de Irak, dirigida a acabar con la presencia del grupo terrorista Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) junto a su frontera sureste.

En un comunicado oficial divulgado el martes, el Ministerio de Defensa de Turquía confirmó el inicio por parte de las Fuerzas Armadas Turcas (TSK) de una amplia operación terrestre destinada a acabar con la amenaza para la seguridad nacional que representa desde hace décadas la presencia del PKK en la región fronteriza de Hakurk, desde donde el grupo armado realiza continuas incursiones en territorio turco.

El comunicado añadía que la bautizada como “Operación Garra” se había iniciado a las 20:00 hora local (19:00 CET) del lunes con el bombardeo con baterías de artillería y cazas de combate F-16 de objetivos del PKK –incluyendo cuarteles y depósitos de municiones- en las montañas del noreste de Irak donde se ha constatado la presencia del grupo.

Tras los bombardeos iniciales fueron desplegados en la zona comandos de las fuerzas especiales del ejército turco apoyados por aire por helicópteros de combate T-129 ATAK y drones militares de vigilancia y combate.

Una operación destinada a eliminar la presencia del PKK en la región

“Esta operación pretende destruir las cuevas y refugios usados por los terroristas y acabar con ellos”, subrayaba el Ministerio de Defensa en el comunicado, añadiendo que la operación -que fue puesta en marcha tras llevar a cabo una extensiva planificación y vigilancia de las posiciones del PKK en la región- estaba transcurriendo según lo planeado.

El ministro de Defensa de Turquía Hulusi Akar, el general Yaşar Güler -Jefe del Estado Mayor- y los comandantes de las fuerzas de aire, tierra y la marina siguieron en directo el inicio y el desarrollo de la operación desde el centro de operaciones ubicado en la sede del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas en Ankara.

Turquía lleva años advirtiendo al Gobierno Autónomo Kurdo (KRG) del norte de Irak –que precisamente eligió este martes a Nechirvan Barzani como su nuevo presidente tras la dimisión de su predecesor a finales de 2017- que debe acabar con la presencia de militantes y bases del PKK en las montañas fronterizas con el sureste de Turquía.

Si bien las autoridades kurdo-iraquíes han mostrado repetidamente su rechazo a las actividades del PKK en la zona, hasta la fecha no han tomado medidas concretas para expulsar al grupo de la región alegando no contar con los recursos necesarios para expulsar a la organización terrorista de su territorio.