
Şimşek, ministro de Economía y de Finanzas de 2007 a 2015, condujo a Turquía a sus mayores años de crecimiento incluso tras la crisis mundial de 2008.
El ministro turco de Finanzas, Nureddin Nebati, asegura que el actual ejecutivo mantendrá su actual política de tipos bajos si gana las elecciones.
El salario mínimo de los trabajadores públicos aumentará hasta las 15.000 liras (unos 700 euros), una medida que afectará a unos 700.000 funcionarios.
Erdoğan se enfrenta en 10 días a su reelección en las elecciones presidenciales y parlamentarias que Turquía celebra el 14 de mayo.
El mayor incremento interanual de precios se registró en el sector de la salud. Para finales de 2023, el Banco Central Turco prevé que la inflación se sitúe en el 22,3%.
Los propietarios de pisos y viviendas que suban el precio del alquiler de forma desorbitada, podrían afrontar penas de cárcel y multas.
La tasa de inflación en Turquía continuó su tendencia bajista, y los precios se redujeron por 5º mes consecutivo en marzo.
El recorte será del 15% en el precio de la electricidad, y del 20% en el gas para la industria. También aumentará el salario mínimo.
El enorme gasto previsto por el gobierno para hacer frente a la reconstrucción tras el terremoto podría disparar de nuevo la inflación.
La inflación interanual se redujo al 57,7% en enero tras registrar el pasado octubre un 85,5%, el máximo de los últimos 24 años.
Es el dato de inflación más bajo en Turquía desde marzo de 2022. La previsión es que los precios sigan bajando en el primer trimestre.
Se trata de la tercera subida del salario mínimo en el último año para hacer frente a los efectos de la inflación en Turquía.
En el último año, el precio del alquiler de vivienda ha subido un 159% en İzmir, un 168% en Ankara y un 146% en Estambul.
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