Nagorno-Karabaj es una parte inseparable de Azerbaiyán, aseguró el domingo el presidente ruso Vladimir Putin durante una entrevista concedida a la televisión, recordando que ni siquiera la misma Armenia llegó jamás a reconocer la independencia de la región.
En declaraciones realizadas a la cadena Rossiya 1 TV, Putin destacó que el hecho de que ni siquiera Armenia llegase a reconocer -a pesar de que amenazó con hacerlo durante el reciente conflicto- la independencia de la República Artsaj, el Estado títere de Armenia fundado sobre los territorios arrebatados a Azerbaiyán en la guerra de los 90, es una prueba más de que Karabaj es parte inseparable del territorio azerí.
Putin insistió sobre este punto diciendo que no solo Armenia, sino ningún país de la región ni de todo el mundo había reconocido nunca la independencia de Karabaj, y que las leyes internacionales y las resoluciones de la ONU respaldaban como legítimas las reclamaciones de Azerbaiyán sobre ese territorio.
En relación a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), una organización similar a la OTAN que agrupa a Rusia y varias exrepúblicas soviéticas (incluyendo Armenia), Putin señaló que la organización prevé ayuda mutua en caso de ataque contra un territorio de un Estado miembro, pero volvió a insistir en que no se produjo ningún ataque contra Armenia por parte de Azerbaiyán, por lo que Rusia no tenía justificación para intervenir.
El pasado 9 de noviembre Armenia y Azerbaiyán firmaron un acuerdo que supuso una capitulación de facto para Ereván y que cede la mayoría de Karabaj a Bakú, redibujando por completo el mapa del Cáucaso. El pacto, que ha desatado protestas diarias en Armenia contra el primer ministro Nikol Pashinian exigiendo su dimisión por "traidor", prevé el despliegue de 2.000 soldados rusos en Karabaj como fuerzas de paz, a las que se unirán también soldados turcos.
Ciudades arrasadas tras la retirada armenia
Mientras, a medida que el ejército de Azerbaiyán se adentra en los territorios ocupados desde los 90 por Armenia tras la retirada acordada de los armenios, se encuentran con escenas de destrucción inimaginables, que incluyen ciudades antaño pobladas por centenares de miles de personas que fueron arrasadas durante la ocupación, y de las que hoy sólo quedan ruinas.
Es el caso de Ağdam, una ciudad situada en pleno corazón de Karabaj y de la que las tropas armenias se retiraron el 20 de noviembre en virtud del acuerdo de paz firmado recientemente entre ambos países. Allí, a su llegada por primera vez en 27 años, los azerís se han topado con la cruda realidad de una ciudad que en su día tuvo cerca de 150.000 habitantes y que hoy día está arrasada y convertida en ruinas, con prácticamente todos los edificios dañados e inhabitables.
La antigua e histórica mezquita de Ağdam, construida en el siglo XIX durante el Imperio Otomano, es el único edificio que debido a su fortaleza se mantiene relativamente en pie pero también está completamente destrozada, llena de pintadas y convertida en campo de tiro, por lo que su reconstrucción -al igual que la del resto de la ciudad- podría llevar no años, sino décadas.
El nivel de destrucción en Ağdam, que fue arrasada en su mayor parte por las tropas armenias cuando ocuparon Karabaj en los años 90 a fin de evitar el regreso de los refugiados de Azerbaiyán, es de tal magnitud que ha sido descrita en muchos medios como "la Hiroshima del Cáucaso".
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