Tres trabajadores turcos que permanecían secuestrados desde principios de noviembre del año pasado en Libia han sido finalmente puestos en libertad tras pasar 233 días en cautiverio, según informaron el domingo medios turcos citando fuentes del gobierno turco.
Osman Emre Yaykın, Tuğrul Can Kapubağlı y Sertaç Karan, tres ingenieros que trabajan para la firma ENKA -una importante empresa turca de construcción e ingeniería- fueron secuestrados el 3 de noviembre de 2017 junto con un ciudadano alemán por un grupo armado cerca de la ciudad de Ubari, situada a unos 350 kilómetros al noreste de Ghat y a unos 900 kilómetros al sur de Trípoli.
Desde entonces el primer ministro turco Binali Yıldırım y su homólogo libio Fayez al-Sarraj habían estado manteniendo continuos contactos para lograr la liberación de los secuestrados, que finalmente fueron puestos en libertad tras meses de esfuerzos, según confirmaron el domingo funcionarios del gobierno en Ankara, que no quisieron revelar sus nombres por no estar autorizados a realizar declaraciones públicas.
El primer ministro turco Binali Yıldırım habría telefoneado en persona a las familias de los secuestrados para comunicarles la noticia, y se espera que los tres ingenieros puedan regresar a Turquía próximamente.
A pesar del fin de la guerra civil tras el alzamiento que en 2011 derrocó al régimen de Gadafi, el dictador que durante cuatro décadas gobernó a su antojo el país, Libia continúa inmersa en un profundo caos político y de seguridad, que en 2014 desembocó en lo que se conoce como la segunda guerra civil libia dejando al país dividido en dos gobiernos paralelos: uno con sede en Tobruk –junto a la frontera egipcia- apoyado internacionalmente, y otro con sede en Trípoli.
El 17 de diciembre de 2015 se firmó un acuerdo de paz para formar un gobierno de unidad nacional que establecía una presidencia colegiada de nueve miembros y un Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA, por sus siglas en inglés) de 17 miembros, hasta la celebración de nuevas elecciones en el país. Sin embargo la debilidad del gobierno central propició el surgimiento de multitud de facciones y milicias armadas que aún continúan activas en muchas zonas del país.
Actualmente aún continúan las negociaciones auspiciadas por la ONU entre el GNA y el gobierno con sede en Tobruk para unificar el país y sus instituciones, incluyendo el ejército nacional y el banco central.
A principios de diciembre de 2016 y tras siete meses de duros combates, las fuerzas gubernamentales libias lograron la rendición de los últimos militantes del Daesh que resistían en la ciudad de Sirte, que desde su captura por el grupo terrorista en 2015 era la principal ciudad en manos del autoproclamado Estado Islámico fuera de Siria e Irak.
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