El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó el pasado viernes la previsión de crecimiento para la economía turca de cara a 2018 en medio punto, hasta situarla en el 4% del PIB del país euroasiático.
En un comunicado hecho público, la institución internacional añadía que la estimación de crecimiento de la economía de Turquía durante el pasado año 2017 es del 7%, lo cual representa una tasa “muy por encima de su potencial”.
“En 2017, un considerable impulso al crédito –dirigido por garantías estatales al crédito- y una buena política fiscal han apoyado la economía (de Turquía), en un momento en que la demanda doméstica parecía débil. Las exportaciones se incrementaron rápidamente, debido a una fuerte demanda exterior, ante un panorama de una lira más débil”, indicaba el comunicado del FMI.
A causa del fuerte impulso a la economía turca durante 2017, tras un año 2016 que vivió una breve recesión a causa del intento de golpe de Estado, el FMI considera que “la brecha de producción parece ahora ofrecer un balance positivo”, añadiendo no obstante que de cara a 2018 se prevé “cierta moderación” en el crecimiento económico de la nación euroasiática como reflejo también de una reducción de los incentivos estatales.
A falta aún de conocerse los datos del cuarto trimestre, la previsión del gobierno turco coincide con la del FMI en estimar que la economía del país creció en torno al 7% en 2017. Durante el primer, segundo y tercer trimestre del año pasado, el PIB turco creció al 5,2%, 5,1% y 11,1%, respectivamente, situándose entre los más elevados del mundo.
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